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El Turismo Carretera sabrá este domingo, en el autódromo porteño, quién será su campeón después de un año dominado por Chevrolet. Matías Rossi fue el gran dominador de la temporada. Vencedor de la etapa regular, logró cinco triunfos (en Paraná, Toay, Concepción del Uruguay, Alta Gracia y San Luis) en 15 carreras, repartidos a lo largo de la temporada, y su auto nunca se paró. Con 218,5 puntos, lleva 47,5 de ventaja cuando el fin de semana se ponen en juego 70,5 puntos: 3 para el autor de la pole-position, 7,5 para el ganador de cada serie, 60 unidades para el triunfador de la carrera final.

Christian Ledesma (171 puntos) reaccionó en la segunda mitad del año, ganando cuatro de las últimas ocho pruebas (en Posadas, Rafaela, La Plata y Toay) y se convirtió en el principal adversario de Ro-ssi en la Copa de Oro, al punto de que sólo ambos pilotos de Chevrolet llegan a la última carrera con chances de apoderarse del título. Para Leo Pernía, otro de los defensores de Chevrolet durante la temporada, “Matías y Christian seguramente van a ser presa de un nerviosismo terrible, eso se va a trasmitir a la gente, y por eso puede salir una carrera espectacular”.

Uno que sabe perfectamente lo que se experimenta en circunstancias como ésta es Guillermo Ortelli, que ya logró seis títulos de Turismo Carretera entre 1998 y 2011. Una óptica inmejorable para entender cómo puede darse la definición:

–¿Quién sale campeón?

–Cualquiera de los dos lo merece. Pero Matías fue imparable a lo largo de todo el año. A todos les hizo diferencia cualquiera fuera la marca.

–Con tu experiencia para definir campeonatos, si estuvieras en el lugar de Matías, ¿cómo correrías esta carrera?

–Como corrí siempre en cualquier definición que me tocó. Depende mucho de la confianza que sentís cuando ves lo que te da el auto.

–¿Y en la butaca de Christian?

–No tengo alternativas, tengo que salir a fondo a tratar de sumar la mayor cantidad de puntos. En este caso, tiene que haber otra mentalidad, porque por ahí ni siquiera sumando todo lo posible te alcanza, dependés de que Matías sume pocos puntos. Pero yo prefiero una situación así, ir en desventaja, a tener que correr sin chances por el título.

–Desde ese punto de vista, ¿no tendría que estar más presionado Matías, porque tiene más para perder?

–No me parece que ninguno se sienta presionado, a no ser que sientan que tienen un auto que no les permita hacer lo que quieran, llevar a cabo la estrategia que eligieron o, simplemente, andar tan rápido como se precisa en un circuito como el de Buenos Aires. Quizá Matías pueda llegar a sentir ansiedad por ser su primer título. Yo nunca me puse ansioso, pero el nudo en el estómago lo sentí siempre...

–Desde lo psicológico, ¿a quién ves más frágil?

–No, no creo que eso sea un factor en esta definición. No tendría por qué cruzarse ningún fantasma.

–¿Tampoco el hecho de que Christian ya fue campeón (en 2007) y Matías todavía no?

–No. Matías lo peleó mucho y no se le dio, pero no porque no hubiera hecho los méritos. El único temor que podría tener ahora es que, como no abandonó en todo el año, que justo en esta carrera le vaya a pasar algo al coche.

–Además del título que van a dirimir, ¿los ves peleando la punta de la carrera?

–Tienen muchas chances, sí. Por todo lo que han mostrado en el año y especialmente en las últimas carreras. Ojo, si yo fuera Matías no entraría en la pelea, ¿eh?

–Sin pelear por el título, ¿cuál es el objetivo para el domingo?

–Todos queremos terminar el año ganando, porque es el momento en el que se renuevan las ilusiones para el próximo año, y un buen resultado siempre levanta el grado de las ilusiones durante el receso.

Esta tarde, a partir de las 15.10, se llevará adelante la primera tanda de clasificación. Ledesma saldrá a buscar la pole-position, Rossi manejará sin especular. Y las 25 vueltas del domingo definirán al campeón. Sin mucho de drama, teniendo en cuenta la diferencia entre uno y otro.