Era un partido especial. No por el rival, el débil Elche, ni por la instancia, el encuentro de ida de los octavos de final de la Copa del Rey. Pero el encuentro de ayer del Barcelona en el Camp Nou tenía morbo, como les gusta afirmar a los españoles. Era el primero tras la discusión entre Lionel Messi y el entrenador Luis Enrique luego de la suplencia del argentino en la derrota ante Real Sociedad, la salida del director deportivo Andoni Zubizarreta y la infinidad de rumores sobre una posible partida del crack al Chelsea. Y Barcelona y Messi lo resolvieron con mucha simpleza, con un 5-0 que dejó en claro las diferencias entre ambos equipos. El rosarino fue una de las figuras de la cancha, con activa participación en casi todos los ataques del conjunto catalán y convirtió de penal el tercer tanto de su equipo.

Las tribunas raleadas del Camp Nou dejaban en claro que el interés en Cataluña pasaba más por lo extradeportivo que por lo que sucedía en el campo. Pero allí Me-ssi demostró un alto nivel, que por momentos hizo olvidar todo lo que se habló durante los últimos cuatro días. El argentino participó en la jugada del primer gol, que terminó convirtiendo Neymar luego de un pase de Luis Suárez. Precisamente el uruguayo aumentó la cuenta con una buena maniobra personal. Y Messi cerró el primer tiempo al convertir el penal que le habían cometido a Neymar. Allí se dio una de las perlitas de la jornada: Luis Enrique apenas vio el remate, ya que de inmediato se metió al vestuario porque el árbitro dio por finalizado el primer tiempo tras la ejecución de Messi, que les dedicó el gol a los simpatizantes.

El encuentro no tenía mayores emociones. Por eso, los hinchas catalanes, cada tanto, se entretenían coreando el nombre de Me-ssi. “Valoro el apoyo del público hacia los jugadores. Ellos son los protagonistas sobre el campo”, se limitó a decir Luis Enrique tras el encuentro. Por decantación llegó el cuarto gol, con una magnífica asistencia del capitán de la Selección Argentina a Jordi Alba, que de inmediato fue a abrazarlo. Para el final quedó un cambio de frente de Messi para Neymar, que anotó el quinto tanto con un remate desde afuera del área. Y así se cerró el partido del morbo, con una goleada para tranquilizar las aguas.