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San Lorenzo recuperó la ilusión. Los hinchas azulgranas la habían perdido, después de caer el domingo ante Quilmes, en el Nuevo Gasómetro, pero tres días más tarde el equipo les dio una nueva inyección de confianza al vencer 2-0 a Arsenal, en la cancha de Racing. Con esta victoria, el equipo de Néstor Gorosito acumula 23 unidades, cuatro menos que el líder Boca, y se mantiene entonces en los puestos de vanguardia, pensando que todavía le toca jugar contra el puntero, mientras que Arsenal, que venía de lograr cuatro triunfos consecutivos como local, siguió con 16 puntos, 14 de los cuales los obtuvo en el estadio de Avellaneda.
San Lorenzo arrancó volcado al ataque con la idea de reparar la mala imagen mostrada en su caída del domingo ante Quilmes y ya al minuto pudo haber contado con una chance clara, pero el árbitro Daniel Giménez no cobró una mano de Carlos Ruiz dentro del área.
El conjunto visitante fue superior en los primeros minutos, ya que aprovechó los espacios que dejó la defensa de Arsenal por los costados y precisamente, a través de un desborde por la izquierda de Ariel Carreño, llegó la apertura del marcador, poco antes de cumplirse el primer cuarto de hora del encuentro, ya que su envío fue conectado de volea por el veterano Alberto Acosta en el segundo palo, ante el arco vacío.
Arsenal quedó desconcertado tras el gol y estuvo sumido durante diez minutos en una profunda confusión, en la que San Lorenzo mostró su mejor fútbol y pudo haber estirado la diferencia, sobre todo con dos chances con las que contó el juvenil Walter Montillo.
El equipo local reacomodó sus líneas y emparejó las acciones, pero el marcador no sufrió alteraciones en esta primera etapa, pues si bien el partido se tornó de ida y vuelta, ambos conjuntos pagaron caro su falta de profundidad y su incapacidad para resolver las jugadas en los últimos metros de la cancha.
En la segunda etapa, urgido por el resultado adverso, el equipo de Burruchaga salió a buscar la igualdad y dominó el balón durante los primeros minutos, pero careció de ideas para penetrar en la defensa de la visita, que se paró para jugar de contraataque.
Por esa vía, el equipo de Gorosito estuvo cerca de aumentar la diferencia un par de veces, pero de todos modos el segundo tanto llegó tras un corner que primero cabeceó Diego Capria. Gonzalo Rodríguez corrigió la trayectoria del balón en el segundo palo para superar a Limia.
Conforme con la ventaja, San Lorenzo se replegó entonces contra la valla que defendía Ramírez y sólo tuvo que aguardar hasta que culminara el cotejo, ya que a Arsenal se le tornó imposible contrarrestar su sistema defensivo y nada pudo hacer para evitar la derrota.