DEPORTES › LA DUPLA MAYER-BERLOCQ SE IMPUSO ANTE TROICKI-ZIMONJIC Y CONCRETO EL PASE A SEMIS

Con la fortaleza que les dio la unión

El equipo argentino de Copa Davis se adjudicó el tercer punto de la serie frente a Serbia y, en un duelo que se presentaba parejo, logró pasar de ronda anticipadamente. El próximo rival, en septiembre, será Bélgica, que ayer derrotó a Canadá.

 Por Facundo Martínez

Hay imágenes que valen por mil palabras. Una de ellas bien puede ser la que entregó en la tarde de ayer, en el estadio instalado en la Nave de Ciencias del predio de Tecnópolis, el equipo argentino de Copa Davis tras la victoria en el punto del dobles que le otorgó, anticipadamente, la clasificación a las semifinales del torneo, donde le tocará enfrentar a Bélgica como visitante. La veintena de personas entre jugadores –entre los que otra vez estuvo Juan Martín Del Potro–, colaboradores, cuerpo técnico, cuerpo médico, masajistas y sparrings que arengaban al público y saltaban en el centro de la pista de polvo de ladrillo, mientras el correntino Leonardo Mayer agitaba una gran botella de champagne y los bañaba con fruición, es contundente y sirve para comenzar a explicar, y a entender, el éxito de este equipo que se consolida paulatinamente y sube la vara en cada presentación. Es el equipo de Daniel Orsanic, a pleno, eufórico, sólido y, como hacía tiempo no se veía, ilusionado con seguir escribiendo páginas de gloria para el tenis nacional, tras la victoria por 6-2, 6-4 y 6-1, tras una hora y 28 minutos de partido, que sentenció a la Argentina como vencedora de la serie, por ahora 3-0 arriba.

Esa imagen la entregó el festejo del equipo argentino luego de que Mayer y Charly Berlocq le dieran una linda paliza a la pareja de Serbia, compuesta por el especialista Nenad Zimonjic y el primer singlista Viktor Troicki, incluido a último momento por el capitán Bogdan Obradovic, en un intento de asegurar el punto que les permitiría seguir con vida en la jornada de hoy, donde se jugarán los últimos dos puntos de la series.

También se la jugó Orsanic con la inclusión de Mayer en el dobles en lugar de Diego Schwartzman, a quien tras la clasificación el capitán confirmó para el primer single de la jornada que arrancará a las 11 de la mañana, frente a Lajovic –a continuación jugarán Berlocq y Krajinovic–. Y acertó Orsanic con el cambio porque ayer en Tecnópolis, Mayer estuvo intratable y potenció a la dupla argentina, que terminó siendo claramente superior a la de Serbia, la única que contaba con un verdadero especialista en dobles, Zimonjic, número nueve del mundo en la especialidad.

Así, en un estadio que se fue colmando lentamente pero que alentó desde el primer juego y, sobre el final, ya tenía un duelo propio con Zimonjic, que se quejaba ante el árbitro portugués Carlos Ramos por el griterío y parecía salirse por el enojo cada vez más del partido. De todas maneras, era lo que ocurría dentro de la cancha lo que más molestaba a la dupla serbia, porque Mayer y Berlocq jugaban en gran forma, presionaban constantemente y se equivocaban poco. La primera sorpresa fue la contundencia que encontraron los argentinos en la primera manga, cuando con quiebres a Zimonjic, en el quinto juego, y a Troicki, en el séptimo, se llevaron el primer parcial por 6-2.

Lo esperable era la reacción de los serbios, sin embargo eso no ocurrió y aunque el segundo set se presentó un poco más parejo, tras un nuevo quiebre sobre Troicki en el tercer juego, la dupla nacional mantuvo la iniciativa y la fortaleza necesaria para pelear cada una de las pelotas, y terminar adjudicándose la manga 6-4.

La diferencia lograda en menos de una hora invitaba a soñar con la victoria y la clasificación a semifinales. Así lo creía el público y los jugadores que seguían el trámite a un costado de la cancha y alzaban los brazos para arengar al público, que quería aportar lo suyo e iba ganando cada vez mayor protagonismo. En la primera de dos pelotas para quiebre que dispuso, otra vez sobre el servicio de Troicki, la dupla nacional se quedó con el primer juego de la tercera manga, y tras volver a quebrar a la primera raqueta serbia en el quinto juego estiró su ventaja a 4-1. Con dos aces, Mayer aseguró el 5-1 y, en el séptimo y último juego del encuentro, en la primera chance para partido, la dupla argentina presionó, Zimonjic se fue largo y tanto Mayer como Berlocq comenzaron el festejo al que se fueron sumando el resto de sus compañeros de equipo, ese equipo amplio que, bajo el mando de Orsanic, parece destinado a dejar atrás las divisiones y la lucha de egos, para intentar llevar a la Argentina nuevamente hacia su sueño, cuatro veces truncado, de alzar por primera vez la Ensaladera de Plata.

Desde las tribunas, y los parlantes del estadio, bajaba la canción que los integrantes del equipo replicaban saltando y revoleando remeras y toallas. “Esta es la banda loca de la Argentina, la que de las Malvinas nunca se olvida, la que deja la vida por los colores, la que les pide huevo a los jugadores, para ser ¡campeones!”.

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El equipo argentino, a pleno, festeja el pasaje a semis. En las tribunas también hubo fiesta.
Imagen: Alejandro Leiva
 
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