En un partido que le costó demasiado, Racing superó a Arsenal gracias a un cabezazo de Pavone y mantiene su ilusión de lograr el bicampeonato. Aunque no mostró su mejor versión, el conjunto dirigido por Cocca dejó en claro que se hace fuerte en el Cilindro de Avellaneda, en el que sólo perdió en la primera fecha, ante Central, y así quedó a tres puntos de los líderes. En cambio el elenco de Sarandí, todavía no ganó de visitante y se hunde.

El comienzo del partido fue a pedir de Arsenal, que se paró bien de atrás hacia adelante y logró complicar con un esquema cauteloso, aunque plagado de futbolistas rápidos para ensayar contraataques. La historia cambió cuando Lértora le cometió un penal innecesario a Lollo, a la salida de un corner, y Diego Milito lo cambió por gol. Si bien Racing no había sido superior, no perdonó la chance que tuvo. A pesar de la desventaja, Arsenal siguió siendo superior de la mano de Hernán Fredes, a quien se le sumaban los voluntariosos Fabián Muñoz y Ramiro Carrera. Y cuando parecía que el primer tiempo se cerraba así, el colombiano Tréllez se tomó revancha del gol que se había perdido al comienzo del partido y marcó de cabeza.

En la segunda mitad el cotejo fue parejo, pero el conjunto de Avellaneda hizo pesar su contundencia y lo definió con un cabezazo de Mariano Pavone, quien convirtió su primer tanto en el torneo con la camiseta de Racing, tan sólo cuatro minutos después de haber ingresado a la cancha. Anteriormente, había avisado el paraguayo Romero con un zurdazo desde lejos y Gastón Díaz con un cabezazo que salió apenas alto. Con el resultado a favor, el último campeón pudo marcar la diferencia que separa a ambos equipos en la tabla. Y aunque tal vez los tres puntos hayan sido un premio excesivo, los partidos se ganan en las áreas y ahí pesó el conjunto albiceleste. “Fue un partido durísimo. Son tres puntos muy importantes para nosotros. Después de la victoria en Santa Fe teníamos que revalidar de local. Estamos con mucha confianza”, señaló Milito, cada vez más ídolo.