Con pocas horas de sueño y predispuesto al diálogo, el técnico del Boca campeón, Rodolfo Arruabarrena, reconoció que “el título era algo que el club necesitaba” e inmediatamente después supeditó su continuidad en el cargo en 2016 a que Daniel Angelici se impusiera en las elecciones que tendrá el club de la Ribera el próximo 6 de diciembre.

“Si Daniel no gana, me voy”, aseguró el Vasco, en explícito apoyo al actual presidente de Boca, quien hasta ahora tiene tres candidatos opositores: Jorge Ameal, José Beraldi y Víctor Santa María.

Posteriormente, el entrenador celebró el título, aunque concentró su discurso en la final de mañana de la Copa Argentina ante Central en Córdoba. “Dentro de tres días tenemos una final a la que nos costó muchísimo llegar. Ahora tenemos que tratar de darle una nueva alegría a la gente y sumar una nueva estrella para el club. Mejor que tener un título es tener dos”, señaló Arruabarrena.

Remarcó también que el objetivo para el primer semestre de 2016 será pelear todos los torneos, pero especialmente la Copa Libertadores de América, en busca de una revancha por lo que sucedió este año con la eliminación frente a River en octavos de final. “Nos dolió muchísimo todo lo que sucedió en la Copa por la manera en la que quedamos afuera”, subrayó el técnico, que obtuvo el primer campeonato de su trayectoria, tras sus pasos por Tigre y Nacional de Uruguay.

Consultado sobre el partido que los afianzó en la búsqueda del título, el Vasco coincidió con el arquero Agustín Orion y eligió la victoria en el Superclásico de la fecha 24, con aquel gol del uruguayo Nicolás Lodeiro. “Esa semana se vio al grupo más fuerte y convencido que nunca. Y el resultado nos dio un espaldarazo importante porque recuperamos la punta”, resaltó.

Con respecto al momento más complicado no dudó. “El partido que más nos dolió perder fue con San Lorenzo, por el momento en que estábamos en el campeonato. Tras esa caída necesité una charla con los futbolistas de seis o siete minutos para darme cuenta de que el plantel estaba entero”, contó.

El técnico, de 40 años, se dio tiempo para darle un especial valor a la incorporación de Carlos Tevez, quien disputó la segunda parte del torneo y fue fundamental para el título. “Es un pibe bárbaro y formó con Gago, Orion y el Cata Díaz un cuarteto que puede ser muy provechoso si los juveniles se fijan en ellos”, ponderó, para seguir hablando de los más jóvenes integrantes del plantel campeón. “Los juveniles me respondieron y dieron la cara. Somos un plantel de chicos con poca experiencia y de otros con muchos partidos. En un año político, que no fue fácil, se animaron a jugar. Por momentos bien y por otros mal, pero no se escondieron”, evaluó.

Con respecto al gesto de ir a abrazar a los jugadores una vez terminado el partido ante Tigre, el Vasco explicó: “Fui a abrazarlos y a agradecerles que me hicieron crecer como entrenador”. Y finalizó fijando la fórmula que él cree la correcta para repetir éxitos como el del domingo. “Que el club esté primero, sobre todo. Si Boca entiende eso, que todos, directivos, administrativos, jugador, empleados, tenemos egos y que en este club hay que dejarlo afuera, Boca va a ser protagonista todos los años, siendo campeón o no”, definió.