Se acabó lo que se daba. El ciclo de Rodolfo Arruabarrena tenía fecha de caducidad desde que los malos resultados se hicieron una costumbre en el comienzo de esta temporada. Una efectividad del 28,78 por ciento ante los grandes del fútbol argentino, potenciado por las eliminaciones ante River en la Copa Sudamericana 2014 y la Copa Libertadores 2015 y por un escaso nivel futbolístico. Estos factores terminaron de convencer a Daniel Angelici, presidente del club, de no darle una segunda chance, tal como había pedido el técnico antes de los partidos exitosos ante San Martín y Newell’s. La decisión llegó antes del encuentro copero del jueves frente a Racing y del Superclásico ante River. Guillermo Barros Schelotto, sin trabajo desde su salida de Palermo, es el principal candidato a sucederlo. Para la dirigencia, el tiempo de Arruabarrena estaba cumplido desde hacía rato. Sin embargo, sus ganas de continuar y el respaldo de los referentes del plantel motivaron una oportunidad más. Aunque el traspié en Avellaneda instaló nuevamente los fantasmas de su salida, que se hicieron realidad ayer por la tarde, luego de una reunión consumada en una oficina porteña tras la práctica a puertas cerradas.

El director técnico almorzó y se despidió de sus jugadores sin reclamos. Más tarde se reunió con su apoderado, Eduardo Gamarnik, y con el mandatario de la institución, quien le había adelantado algo de lo que pasaría por teléfono. En ese cónclave, Angelici le anunció lo mismo que ya le había esbozado tras la goleada en contra frente a San Lorenzo por la Supercopa Argentina.

La derrota frente a Racing, que se impuso en los cinco partidos que enfrentó al conjunto del Arruabarrena, incluyendo los amistosos, el poco volumen de juego e incluso el enojo con insultos de Pablo Pérez en el cambio terminaron de extinguir el crédito que había conseguido. Poco pareció importar la vuelta olímpica lograda luego de cuatro años de sequía, que además vino acompañada de un festejo en la Copa Argentina. Fuentes cercanas a la entidad del último campeón argentino confirmaron la rescisión del contrato que lo unía con el club hasta junio de 2017.

El entrenador de 40 años, con pasos por Tigre y Nacional de Montevideo, había asumido su cargo en agosto de 2014 para reemplazar a Carlos Bianchi, uno de sus padrinos futbolísticos en su exitoso paso por el club como jugador. Dirigió oficialmente en 75 partidos al elenco azul y oro, de los cuales ganó 47, empató 13 y perdió 15. Aunque su gran karma fueron los duelos ante los grandes. Justamente su alejamiento se efectúa antes de otro duelo ante Racing, por la Libertadores, y de una nueva edición del Superclásico del fútbol argentino, ante River, el domingo a las 17. El plantel se entrenará esta mañana en Casa Amarilla bajo las órdenes de Rolando Schiavi, entrenador de la reserva. A su vez, se espera para hoy el testimonio de Daniel Angelici, quien explicará lo sucedido.