Estudiantes le ganó a Racing 2-1 y se mantiene como líder del campeonato, llevando a ocho la diferencia de puntos con el equipo de Avellaneda, que llegaba al partido de anoche con la necesidad del triunfo para mantener las expectativas de pelear bien arriba en el torneo.

En los primeros minutos, la visita consiguió apoderarse de la mitad de la cancha. Con la pelota, intentaba asegurar la tenencia y dejarle a Romero la elaboración de jugadas para desequilibrar a la última línea. Ahí radicaba la debilidad de Racing, porque no conseguía profundidad. Mientras, Estudiantes era voluntad para intentar cortar, y cuando conseguía el balón salía rápido por los costados.

Instalados en sus planteos, ni los locales ni los visitantes lograban prevalecer. Racing centralizaba demasiado su búsqueda ofensiva y tanto Bou como López perdían más de lo que ganaban con Desábato y Schunke. Cambiaba ese panorama cuando Pillud e Insúa se sumaban al ataque, aunque ambos dosificaban sus trepadas para no dejarles espacios a los contragolpes del once de Vivas, parado claramente para sacar ventaja del retroceso demasiado lento de la visita, sobre todo a partir de la velocidad de Rodríguez.

Y aunque no creaba demasiadas chances, Racing llegó al gol. Acuña tomó un tiro libre desde la izquierda y la puso en el palo derecho de Losada, que pareció descolocado por un rebote en la barrera. No duró la alegría en los once de Zielinski, pues cuatro minutos después Insúa metió un manotazo para salvar una desinteligencia con Orion, Beligoy dio penal y Viatri convirtió el 1-1 con un derechazo al medio del arco.

En el complemento, el trámite ganó en intensidad, aunque también crecieron las brusquedades y las imprecisiones. En ese terreno, Estudiantes se mostraba superior y de los 57 a los 59 minutos tuvo tres chances claras de gol, que salvó Orion ante Rodríguez. De a poco, Racing se fue apagando. Producía poco en ataque y era superado en la mitad de la cancha. Así, Estudiantes se fue acercando cada vez más seguido a Orion, que trabajaba a destajo tanto como sus compañeros de la defensa. Al Pincha sólo le faltaba el gol. Lo tuvieron Desábato y Damonte a falta de diez minutos, pero lo salvaron primero Orion y luego Insúa. La resistencia de Racing se quebró en el final. Vargas peleó la pelota con el ingresado Díaz en el lateral derecho, lo dejó en el piso y mandó el centro, que punteó Toledo en el primer palo para darle el agónico triunfo a Estudiantes.