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El entrenador de David Nalbandian, Eduardo Infantino, no dudó en afirmar que este gran momento del tenis argentino que fue protagonista absoluto de la final masculina de Roland Garros se debe a que “existió un Guillermo Vilas”.
El coach recordó, en este momento de éxtasis del tenis argentino, el impacto que tuvo la victoria en París del emblemático Guillermo en 1977. “El tenis cada vez es más popular en Argentina. Existe una verdadera tradición que debemos a Vilas. El es quien animó a los jóvenes a practicar tenis, en un país en el que el fútbol siempre fue el deporte rey”, analizó Infantino.
Ante la sequía de éxitos que se sucedieron tras los títulos de Vilas, Infantino, quien entrenó a Mariano Zabaleta y Franco Squillari, señaló que años atrás “faltaba una mayor competitividad, sobre todo en cuanto a infraestructuras. A medida que los entrenadores argentinos han ido viajando, capacitándose y viendo lo que se hacía en el extranjero, se ha mejorado y se ha trasmitido esos conocimientos al resto de los entrenadores y profesores en la Argentina”.
Infantino reconoce que “nos parecemos a los españoles. Pero hay que ser realistas; aún estamos muy lejos de lo que lograron ellos, aunque éste puede ser el punto de partida para afirmar jugadores entre los top-ten, seguir consiguiendo títulos grandes y ganar la Copa Davis”.