DEPORTES › PELEA CHACON CONTRA ANCHONDO
Combate cachondo
Por Daniel Guiñazú
Pablo Chacón tendrá esta noche la última oportunidad de su carrera para volver a ser campeón del mundo. El mendocino enfrentará al estadounidense Mike Anchondo en pelea a 12 asaltos por el título vacante superpluma de la Organización Mundial de Boxeo, que se realizará en la Arena de la ciudad de Dallas, Texas, y que en la Argentina sólo podrá ser vista por aquellos abonados a la televisión por cable o satelital que tengan a HBO Latino en su menú de canales.
La chance le llegó de apuro a Chacón. En principio, estaba previsto que el rival de Anchondo, boxeador de Golden Boy Enterprises, la empresa de promociones que pertenece a Oscar de la Hoya, fuese el británico Gavin Rees. Pero como la poderosa British Board of Control le negó la autorización a Rees alegando que estaba excedido de peso, la OMB designó sorpresivamente a Chacón, a pesar de que se encuentra 9º en el ranking de los superplumas y perdió dos de sus últimos cuatro combates.
Hace mucho calor en Dallas. Y habrá que ver cómo esa elevada temperatura termina repercutiendo en la preparación del argentino, quien debe hacer un gran esfuerzo para ceñir su físico dentro de los 58,967 kilos, límite de la categoría. Esa es la clave de todo: si entrar en el peso no lo exige más de la cuenta y está entero a la hora de subir al ring, Chacón (que tiene un record de 50 victorias, 35 por antes del límite y 5 derrotas) está perfectamente habilitado para ganar y ser campeón. Su talento está fuera de discusión y ya demostró ante Istvan Kovacs en Hungría, cuando ganó el título OMB de los plumas, que no le pesa pelear de visitante y que hasta puede ganar por nocaut.
Pero si se queda sin resto, la pelea puede convertírsele en un suplicio, como le pasó la noche que perdió esa corona ante Scott Harrison en Escocia. Anchondo es un boxeador correcto, invicto en 24 salidas con 18 victorias por fuera de combate, ninguna ante rivales de relieve. Es el dueño de casa y, en consecuencia, el favorito. Ganarle será difícil, pero no imposible.