EL PAíS
Pasión por los fierros
Por Pablo Vignone
Además de los caballos de carrera, otra pasión secreta de los sindicalistas son los autos de carrera. La tenía el petrolero Diego Ibáñez, que propició el regreso de Juan María Traverso al Turismo de Carretera a mediados de los ’90, y es el hobby de José Luis Lingieri, uno de los nuevos conductores de la CGT. Lingieri es propietario del Chevrolet que el marplatense Christian Ledesma llevó al subcampeonato argentino en 2003, y su hijo José Luis es el acompañante de Ledesma en cada carrera: el sindicalista se entretiene en los boxes tomando los tiempos. Uno de los principales sponsors del coche es Aguas Argentinas. Lingieri no es el único. Jerónimo Venegas, secretario general del UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), apoya a los dos coches de un equipo de San Pedro, el Ford de Fernando Iglesias y el Chevrolet de Juan Manuel Iglesias, el hijo de éste. El que dejó de verse en las carreras de TC es Fabián Hermoso, el hijo de Reynaldo, representante de la CGT en el PAMI y removido del directorio el año pasado.