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Como en varios partidos del torneo local, a River se le hizo muy difícil alcanzar la victoria que parecía descontada, y anoche, por los octavos de final de la Copa Libertadores, el equipo conducido por Ramón Díaz vio desvancerse sus chances de continuar en el certamen cuando en el último minuto Gilberto, entrando por el medio del área, tocó solo ante Comizzo y determinó el triunfo 2-1 del Gremio. Ahora, la situación es delicada: tiene que ganar el jueves próximo en Porto Alegre si quiere seguir en la Copa.
Desde el principio, River buscó adueñarse de la pelota en el medio, para tomar rápidamente la iniciativa del partido. Mientras los brasileños trataban de presionar sobre la salida del equipo local, y explotar la rapidez de Rodrigo Mendes y Luizao. El conjunto brasileño hacía agua cuando River lo atacaba por arriba, y justamente a través de un cabezazo de Ayala que se acercó por primera vez al arco de Eduardo. Pero el Gremio manejaba mejor la pelota con Gilberto y Zinho, mientras Tinga y Emerson compensaban en el medio.
Curiosamente, después del ingreso de D’Alessandro por Ortega –Ramón Díaz quiso preservarlo cuando vio que no estaba jugando con fuerza– y cuando se pensaba que River manejaría mejor la pelota, el Gremio construyó la jugada más clara para ponerse en ventaja, pero Anderson Polga entrando solo por el segundo palo, la tiró afuera. Un minuto más tarde, D’Alessandro probó desde afuera del área, entrando por la derecha, y Eduardo alcanzó a sacarla por arriba.
River lograba volcar el juego hacia el área rival, y así comenzaron a llegar las chances. Primero Domínguez probó de derecha, pero la pelota rebotó en un defensor y llegó mansa al arquero. Luego, Coudet tuvo su oportunidad pero le entró mal a la pelota casi en el área chica; el volante se mostró como salida permanente por la derecha.
Pero después de la media hora, River perdió el dominio de la pelota, y la gente comenzó a impacientarse con el resultado. Aún sin orden ni profundidad, Husain llegó con peligro pero la tiró por arriba.
Tras el descanso River salió con más decisión a buscar la victoria, y rápidamente se puso en ventaja. Apenas había pasado un minuto cuando Coudet clavó un derechazo en el ángulo superior derecho de Eduardo, luego de algunas dudas en la última línea brasileña y que la pelota se desviara en Roger. Pero no pudo aprovechar ese envión futbolístico y el Gremio comenzó a salir de su campo sin tanta desesperación. A los 53, Rodrigo Mendes tuvo el empate con un cabezazo pero interceptó Garcé. Tres minutos más tarde, Tinga convirtió el empate con un fuerte derechazo luego de una gran asistencia de Luizao.
A partir de ese momento, empujado por su público, River fue una tromba en búsqueda del desnivel. D’Alessandro tuvo su chance pero perdió en el mano a mano con Eduardo. Zapata probó de zurda dos veces y en ambas respondió muy bien el arquero. Domínguez estuvo cerca, pero la tiró por arriba, y después estrelló un potente remate en el travesaño.
En los últimos minutos se volcó al ataque con el ingreso de Cambiasso y el juvenil Franco pero careció de claridad en los últimos metros. Y el ataque sorpresa que acabó con el toque de Gilberto fue demasiado castigo.