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“Podría ganarle Carlos Reutemann a Elisa Carrió por aproximadamente 43 por ciento contra 25 por ciento.” “Hay chances de que el PJ llegue dividido, incluso con candidatos yendo por afuera del partido. Eso abre más las posibilidades de Carrió.” “Carlos Menem no tiene posibilidades, tiene una imagen negativa altísima.” “Es difícil pronosticar: puede haber diez candidatos de izquierda, seis de centro y diez de derecha. No se descarta que esto termine como en Francia: muchas alternativas y dos que van al ballottage con porcentajes bajos.” Estos son algunos de los diagnósticos que realizan los encuestadores ante el fantasma que hoy recorre al Gobierno: las elecciones.
“La opinión pública está sin referentes –señala Hugo Haime, de Haime y Asociados–. Nadie propone salidas que le impacten a la gente y en principio habría que decir que en el voto va a pesar la ética, honestidad y la entrega a la gente. La experiencia administrativa va a pesar, pero sólo si fue exitosa y si fue a favor de los ciudadanos. Lo principal hoy en día es que se cuestionan todas las políticas que se han implementado en estos años. Por eso yo diría que estamos ante un corrimiento a la izquierda del electorado. La lógica que veo hoy en las encuestas es que el PJ ganaría una elección, sobre todo si Carrió no suma a otras fuerzas de izquierda. Si Carrió logra una buena alianza, veo una carrera pareja. Menem sigue bajísimo, Rodríguez Saá tiene mucha llegada en el interior, pero no le alcanzaría y lo más lógico es que haya un duelo entre el PJ y la centroizquierda.”
Para Enrique Zuleta Puceiro, de Ibope OPSM, “sería una elección donde los aparatos no tendrían un peso tan enorme porque no se elegirían concejales, diputados, intendentes, gobernadores. Esos miles y miles de candidatos suelen traccionar votos y juntar dinero para las campañas. En esa hipotética elección, en cambio, veremos grandes antinomias, debates al estilo de los referéndum, muy a favor o en contra de cada candidato. Mi impresión es que los grandes partidos no se van a poder presentar como tales. Hacia la derecha, es muy posible que haya una coalición alrededor del PJ, y esa alianza seguramente incluiría al radicalismo, en especial las vertientes relacionadas con los gobernadores. Me imagino que será la alianza de la gobernabilidad. Del otro lado es muy posible que haya otra fuerza de envergadura, alrededor del ARI, incluyendo sectores del Frepaso, el radicalismo e intendentes de varias ciudades. Si las fuerzas se alinean así, yo diría que hoy el PJ sacaría el 43 por ciento de los votos y Carrió el 25. La izquierda estará en 10 puntos y la derecha en una proporción similar”.
“Podemos tener una elección a la francesa –sostiene Manuel Mora y Araujo, titular de IPSOS-Mora y Araujo–. Muchos candidatos y porcentajes bajos para cada uno. Dos llegarán a la final, la segunda vuelta, con escaso respaldo. Veo que los partidos están desgastados, hay poca organización y no aparecen los candidatos que enamoren. Es cierto que hay dos o tres que están mejor que los demás, Carrió, Reutemann y Luis Zamora, que curiosamente, pese al supuesto carácter popular de sus posturas de izquierda, tiene mucho respaldo en la clase media porteña. Una gran incógnita es si se renueva el Congreso: en las encuestas se ve que a la gente no le gusta nada que se elija un nuevo presidente y que éste dependa del viejo Congreso.”
“Se vienen dos polos –opina Analía Del Franco, de Analogías–, centroderecha, incluyendo al peronismo, y centroizquierda. Lo que se ve en las encuestas es que Reutemann y Carrió protagonizarían ese duelo y serían los que pasen a la segunda vuelta. En ese punto, igual creo que Reutemann ganaría, porque puede recoger muchos independientes, votantes de afuera del peronismo, gente de centro derecha y también una proporción importantede radicales. Como candidata presidencial, veo en las encuestas a Carrió más desdibujada. Hay otro elemento importante: si hay una salida electoral desorganizada, con Duhalde en desbande, el voto bronca será muy alto. Si las elecciones se hacen con tiempo, me parece que los ciudadanos se van a inclinar por uno u otro candidato, bajando el voto bronca. Con porcentajes altos de voto bronca tendríamos un presidente con la misma escasa legitimidad que hoy tiene Duhalde.”