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En un partido aburrido y muy mal jugado, correspondiente a la fase preliminar de la Copa Libertadores, Quilmes empató sin goles como local ante Colo Colo, de Chile, y tendrá ahora la obligación de repuntar en la revancha, que se jugará en Santiago dentro de una semana, para poder integrar alguno de los grupos de la Copa. Para clasificar, el equipo argentino deberá ganar o empatar al menos por un gol, ya que el tanto de visitante vale doble.
Desde el arranque, Quilmes mostró sus cualidades de siempre: solidez en el aspecto defensivo y orden en el aspecto táctico. Sin embargo, careció de recursos técnicos y de variantes ofensivas como para dominar al rival y manejar el desarrollo del partido. Si bien el equipo de Gustavo Alfaro tuvo más la pelota que su rival, no consiguió generar verdadero peligro en el arco defendido por Bravo. Un remate de media distancia ejecutado por Desábato fue la situación de gol más clara para el local durante la primera mitad. El trámite del encuentro se hizo entrecortado y plagado de roces que no estuvieron ausentes de mala intención por parte de los jugadores de ambos conjuntos. Al promediar el primer tiempo, el defensor de Colo Colo Sanhueza embolsó la pelota con sus manos dentro del área, y pese a lo evidente de la falta, el árbitro colombiano Duque no cobró un penal que le hubiera permitido al conjunto del sur bonaerense irse en ventaja al cabo de los primeros cuarenta y cinco minutos.
En el complemento todo siguió igual. Quilmes profundizó sus carencias y Colo Colo lateralizó el juego con la intención de mantener la igualdad. Un tiro libre del ingresado Pablo Sánchez que dio en el palo fue la chance más concreta que tuvo el local de ponerse en ventaja. Sobre el final, los de Alfaro arremetieron con todo el fervor que les quedaba, pero no pudieron torcer la historia.