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Está entusiasmado. Y se le nota al hablar. Acaba de reunirse con Luiz Inácio Lula da Silva en el Planalto. Y del otro lado del teléfono, Eduardo Duhalde se pierde en palabras rimbombantes para describir la cumbre con el presidente de Brasil. Ni siquiera cambia el tono cuando se lo lleva a la controvertida política vernácula. Navega por Ibarra, Solá, Kirchner, Menem, Rodríguez Saá y el omnipresente justicialismo. Y, como al pasar, se despide con una bomba: “Yo no descarto que Chiche y Cristina sean candidatas juntas en la provincia de Buenos Aires”.
–Vayamos por partes. ¿Ya habló con Solá del presupuesto bonaerense?
–No, yo estuve de vacaciones con mi familia, en Venezuela. Pero no hay ni habrá problemas de gobernabilidad en la provincia.
–Díaz Bancalari, Mércuri y Curto se reunieron para acordar la estrategia del duhaldismo. ¿Se contactaron con usted?
–No últimamente. Pero cuando hablo simplemente les digo: “Muchachos, estas cosas no tienen ninguna entidad. Las noticias importantes son las que un mes después siguen siendo importantes”. Y esto no es el caso.
–Después que se acusó a su sector de financiar una “caja negra para la interna”, ¿usted está diciendo “acá no ha pasado nada”...?
–... mire, acá hay gente importante, capacitada, y tienen que arreglarse como corresponde. ¿Si usted me dice que esto fue una pulseada tremenda? Bueno, por ahí fue una pulseada, pero se tiene que terminar como corresponde, o sea, bien. Y no se tiene que poner en riesgo el funcionamiento de la provincia. Eso es lo único que a mí me importa.
–Aunque no coincida con la propuesta de Solá...
–Mire, Solá mandó un Presupuesto de 700 hojas y los muchachos no están de acuerdo con tres hojas, de las que hicieron modificaciones. Nada grave. Nada difícil de resolver. Son problemas menores.
–O sea, usted y Solá andan fenómeno, diez puntos.
–(Se ríe.) No veo que haya nada grave de por medio. Lo que pasó fue sencillo. Al dar un paso al costado, los muchachos tratan de acomodarse. Y comienza a haber turbulencia, pero esto no debe asustar a nadie.
–Perdón... ¿usted dio un paso al costado?
–¿Hace cuántos años que yo no voy a un acto del justicialismo?
–El año pasado estuvo en la cancha de Atlanta en un acto donde fue figura estelar.
–Ah... sí, el acto de los gremios, de la CGT. Pero específicamente del partido... yo no participo, no soy candidato.
–Habla como si no tuviera poder, como si fuera un abuelo que se va a dedicar a sus nietos.
–Naturalmente yo me veo con dirigentes ya no de los que se consideran del duhaldismo, sino del felipismo, de todos. Soy amigo de todos y hay gente muy rescatable que haciendo aprestos para conducir el justicialismo.
–¿Reconoce al menos que es un referente de la política?
–Ya sé que soy un referente. Por eso lo que yo quiero es que no se venga todo abajo en el PJ por una pelea entre los muchachos. Pero los que dicen que yo participo en la decisión no me conocen. Ni siquiera me he tomado el trabajo de leer el Presupuesto del que tanto se habla.
–¿Cuándo le preguntan qué hacer con el Presupuesto no dice nada?
–A los muchachos les digo: “Ni me pregunten porque yo no me voy a poner a estudiar el Presupuesto”. A todos les digo lo mismo: “La gente no les va a perdonar que se peleen por problemas internos. Eso se resuelve en internas. Y ustedes están poniendo en riesgo algún plan, alguna cosa. Y las diferencias las resolvemos en las internas”.
–Una vez dijo que Solá tenía que creérsela más, asumir la importancia de ser gobernador bonaerense. ¿Con el veto al presupuesto lo hizo?
–Ahora está... ahora él tiene que demostrar una capacidad que nunca pudo demostrar porque yo estaba conduciendo... y me preguntaban todo a mí. Pero ahora aparecieron él y otros dirigentes que buscan conducir eljusticialismo. Yo no lo voy a conducir, pero los demás están todos en carrera. Cosas de la política.
–Veo que le quita trascendencia al tema, pero usted lo llevó a la Casa Rosada, en su última reunión con Kirchner.
–¿Yo?
–Sí. Incluso remarcó su fastidio con Alberto Balestrini, el intendente de La Matanza que ahora se muestra cercano a Solá.
–¡¡¡Jamás!!! Quiero ser claro: jamás hablé con Néstor por un tema que tenga que ver con la interna de la provincia. Jamás de los jamases.
–No coincide con lo que reflejaron todos los medios...
–No, no no. Jamás, pero jamás, eh. Yo soy muy pero muy respetuoso de los temas de la provincia. Cuando hablamos con Néstor hablamos de la preocupación por otros aspectos, en la que yo siempre tengo la intención de ayudar si se requiere mi ayuda en algún aspecto. Pero no en la interna.
–Alguna vez me dijo que le pondría 11 puntos a Kirchner. ¿Sigue tan entusiasmado con esa relación?
–Sí. Está muuuuuuy pero muuuuuuuy bien esa relación...
–¿Puedo desconfiar?
–No. Permítame que le explique por qué está muy bien esa relación. Realmente creo que por fin tenemos un gobierno que hace respetar la dignidad nacional, si me permite esa frase tan ampulosa pero cierta. Este gobierno de Néstor, como todos los gobiernos, comete algunos errores y aciertos. Pero lo importante, lo que pasa a la historia, se está haciendo bien. Estoy, y recalque esto, estoy or-gu-llo-so de este gobierno.
–¿Qué le parece la alianza entre Menem y Rodríguez Saá?
–Tendrán que presentarse a internas partidarias.
–Bueno, es lo que piden.
–Sí, pero no creo que este año sea oportuno. Hay elecciones para cargos electivos y entonces eso deberá postergarse para el año que viene.
–Para cerrar le hago una pregunta que nunca le hicieron: ¿Chiche o Cristina?
–(Se ríe.) Lo resolverán ellas... ¿Pero por qué me lo formula así?
–¿Así cómo?
–Claro, por qué no las dos.
–¿Me dice que habrá dos listas en la provincia?
–Con ojos egoístas, si fueran las dos por separado sería la mejor elección histórica del arco justicialista en la provincia. De todos modos, no veo problemas en la provincia de Buenos Aires. Se gana fácilmente. El problema no es la provincia sino la Capital Federal.
–Me imagino que la presencia de Carrió por izquierda, y eventualmente Macri por derecha, complica las chances de cualquier candidato del PJ.
–Es razonable. Pero bueno, es complicado. Igual entiendo tan poco de Capital, por más que leo no la entiendo.
–Fue usted el que habló de la Capital. No me diga que está sugiriendo que Cristina vaya a Capital y Chiche se quede en la provincia...
–... habría que ver. Pero no se puede arriesgar si no se está muy convencido de que va a ser un éxito. De lo contrario es una alternativa. Hay que ver cómo están las cosas. El tiempo dirá.