DEPORTES › CENTRAL NO JUGO BIEN, AUNQUE DERROTO 2-1 A GIMNASIA
Sin merecerlo también vale 3
El equipo de Zof mostró un rendimiento muy bajo y soportó dos tiros en el travesaño, pero ganó igual y se escapó a cuatro puntos.
Central consiguió su objetivo de escaparse a cuatro puntos. Sin jugar bien, pero con mucha fortuna para anotar las chances que se le presentaron, el conjunto rosarino se impuso 2-1 a Gimnasia, que mereció mejor suerte, pero que con esta caída está cada vez más complicado en la tabla del descenso. Mauro Monges y Santiago Gentiletti, en contra, marcaron para Central, mientras que Gonzalo Vargas descontó en tiempo de descuento.
Quedó en claro muy rápido que a Central le afectó demasiado la derrota de la semana pasada y la presión que tenía por mantener la punta. Con sus principales jugadores atados y sin presencia en el campo, no resultó extraño que Gimnasia se adueñara de la pelota y empezara a progresar en ataque. Con la movilidad del uruguayo Vargas y la habilidad de Enría, el conjunto visitante empezó a generar situaciones de peligro ante el arco de Ojeda, que debió esforzarse en varias ocasiones para sostener el marcador.
Sin embargo, en una maniobra aislada, Central se encontró en ventaja a partir de un doble error defensivo y la gran pegada de Monges. Es que el fondo de Gimnasia se quedó dormido en un corner y, tras un rebote, nadie salió a tapar el violento zurdazo del paraguayo desde el borde del área, que se clavó en el palo izquierdo de Bobadilla. Lo curioso es que el gol no cambió la geografía del encuentro. Central siguió confundido, sin posibilidades de manejar la pelota y preocupado por sostener el resultado cerca de su arquero. Por el contrario, el dominio de Gimnasia se mantuvo con el correr de los minutos y sólo la falta de puntería de sus atacantes no le permitió acceder al empate que merecía.
Nada cambió en el arranque de la segunda parte. Central lucía desconocido, ya que sus volantes no podían encontrar la pelota. Pero como Gimnasia no acertó en ninguno de sus ataques, lo terminó pagando muy caro. Es que tras un desborde de Villa, el juvenil Gentiletti se equivocó en el cierre y su pifia terminó adentro del arco de Bobadilla. Ahí sí el golpe de Central fue determinante. Por más que siguió sin jugar bien, el equipo de Zof pudo mantener la ventaja. A esa altura, Gimnasia sólo exhibía impotencia, ya que no podía vulnerar a Ojeda por ninguna vía, pese a crear innumerables ocasiones. Para colmo, no contó con fortuna. De otro modo, el zurdazo de Escobar desde afuera del área o el remate de Vargas desde el punto del penal no se hubiesen estrellado en el travesaño. Y el descuento de Vargas recién llegó en el descuento, cuando ya no había más tiempo.