Juan Román Riquelme expresó el optimismo del plantel de la Selección Argentina frente al Mundial, que comienza el viernes. “Todo jugador de fútbol siempre quiere ganar. Creo que vamos a hacer un buen Mundial. Levantar esa copa sería lo máximo, el sueño más grande para los que estamos acá”, manifestó el armador en una conferencia de prensa de la que también participó Gabriel Heinze. “Estamos muy tranquilos y con mucha confianza. Esperamos llegar lo más lejos posible en el Mundial. Creo que a medida que vayan pasando los días iremos mejorando”, agregó. “Estamos cada día más ilusionados.”

Riquelme no mostró preocupación por el debut de la Selección ante Costa de Marfil, el sábado en Hamburgo. “Tenemos una manera de jugar muy clara, que es atacar durante todo el partido –explicó–. Eso es lo que vamos a hacer contra Costa de Marfil. Es el partido más importante que tenemos. Queremos ganar como sea, aunque siempre respetando nuestro estilo, porque eso nos va a dar tranquilidad”, afirmó. “A esta altura todos preguntan por las virtudes del resto y yo digo que Argentina tiene que pensar en Argentina. Así va a llegar muy lejos.”

Los africanos, que ayer llegaron a Alemania, habían vencido 3-0 a Eslovenia el domingo, en un amistoso: Riquelme repuso que no vio el partido porque al tener licencia el domingo se pasó el día “tomando mate”. Luego elaboró: “Nosotros pensamos siempre ser los principales protagonistas y elaborar las situaciones de gol que más podamos. Los rivales que tenemos son duros, pero nos da tranquilidad haber jugado bien en el amistoso contra Angola. No nos patearon nunca al arco. Así que contra Costa de Marfil tenemos que ganar, para quedar bien parados en el grupo. Ojalá cada partido que vaya pasando nos sirva para seguir creciendo”.

Cuando lo confrontaron con el presunto equipo titular que protagonizará el debut, Riquelme les restó importancia a los nombres: “No sé el equipo para el partido del sábado. Si me preguntan a mí con quién me siento cómodo, yo respondo que con mis veintidós compañeros”.

Riquelme ya fue campeón mundial en la era juvenil de Pekerman, en Malasia 1997. “Uno de chico no se da cuenta de la envergadura que tiene un Mundial, sea cual fuere –afirmó cuando se le refrescó el dato–. Ahora los jugadores sabemos algo: tenemos en nuestras manos la posibilidad de darle una alegría a la gente. Y eso es invalorable.”

El jugador respondió con su habitual seriedad. “¿Por qué no me río como Ronaldinho? Contesto con otra pregunta: ¿Zidane se ríe? Es el que mejor juega y no se ríe nunca... Siento el fútbol así, cuando gano y también cuando pierdo. No tengo que estar cambiando la cara por un resultado u otro. Mi amor por la pelota va más allá de eso, le guste a quien le guste.”

El plantel realizó ayer por la tarde una práctica liviana, la primera de la semana después de un día y medio de descanso, donde los trabajos no fueron exigentes y hubo momentos para la recreación.