Miércoles, 6 de septiembre de 2006 | Hoy
DEPORTES › GUILLERMO CAÑAS REGRESA AL CIRCUITO PROFESIONAL DESPUES DE QUINCE MESES DE SUSPENSION
Después de una sanción “injusta” por doping, el ex top ten arranca de nuevo en el circuito: “Empiezo nuevamente de cero”. Sigue criticando a la ATP “por pretender buscar un culpable y no la verdad” y asegura que sueña con poder jugar una final de Copa Davis.
“No trataban de encontrar la verdad. Ellos querían buscar un culpable y fue muy fácil encontrarlo”, asegura sin rencores. Se lo ve tranquilo a Guillermo Cañas. El próximo lunes volverá al circuito en el Challenger de Belem, en Brasil. “No tengo ranking y necesito invitaciones para todos los torneos. Empiezo desde cero nuevamente.” Después de quince meses sin competencia, a causa de una sanción por doping a la que calificó de “injusta”, el tenista de Tapiales habló con Página/12.
–¿Cómo manejás la ansiedad cuando falta tan poco para volver al circuito?
–Cuesta, estoy un poco ansioso en el sentido de que ya llega el tiempo de jugar después de esperar tanto, después de luchar y hacer cosas que normalmente no hacía en mi vida profesional. Falta poco para recuperar mi vida normal y hacer lo que me gusta, jugar al tenis.
–¿Cómo llegás?
–Hay cosas de la competencia que no pude entrenar, pero creo que voy a llegar bien. Estoy jugando muy bien. Estos últimos meses entrené muchísimo. Hace tiempo que ya estoy a punto. Hoy sólo me queda adaptarme de a poco a los torneos y empezar a ganar partidos.
–¿Quiénes te dieron una mano para no perder ritmo en estos quince meses sin competencia?
–Los chicos argentinos me apoyaron en todo sentido. De afuera, amigos como (Carlos) Moya o los chilenos también me dieron una mano. Siempre fueron un aliento, sobre todo en los peores momentos.
–¿Qué pasó por tu cabeza?
–Lo más duro fue antes de que se supiera la reducción de la pena. Sobre todo la motivación. Me costó mucho, tenía que vivir el día a día y no pensar en el futuro, porque no sabíamos cuánto iba a tardar en salir el resultado de la apelación. Cuando me enteré de la noticia fue todo mucho más fácil. Pero anterior a eso viví momentos muy difíciles.
–¿Que te hayan prohibido entrar al US Open fue la peor experiencia?
–Fue, entre otros, el peor momento. Estaba en Nueva York sólo para ver a mi novia (María Emilia Salerni) y no permitirme la entrada fue una de las cosas más extrañas y dolorosas de esta sanción. Me pareció una estupidez. Iba más allá de los límites normales. Por suerte pude demostrar en el CAS (Comité Arbitral del Deporte) que yo era inocente.
–¿Por qué una vez que salió el fallo en el que se te declaraba inocente no pudiste volver al circuito por tres meses?
–Esa fue una decisión del CAS que no tuvo mucho sentido para mí. Me hicieron cargo de no chequear un medicamento que me había dado el médico del torneo (Salvador Chinchilla) de Acapulco. Fue una de las cosas que me dejó con más bronca, el comerme una sanción de tanto tiempo sin tener la culpa.
–¿Pensás que te dieron tres meses más para responsabilizarte y cuidar que el caso no continúe en la Justicia ordinaria?
–Puede ser uno de los términos que ellos pensaron. Tratar de no darme el 100 por ciento de la razón. Pero igual voy a tomar recaudos legales.
–¿El juicio fue un show?
–Fue muy injusto. Los abogados de la ATP no trataban de encontrar la verdad. Querían buscar un culpable y fue muy fácil encontrarlo.
–¿Sentís que la sanción encubrió la ineficiencia del sistema antidoping?
–Mi caso fue especial a todos los demás. Fue el último que tuvo la ATP cuando manejaba el sistema antidoping. Después de mi caso empezaron a cambiarlo para que la Federación Internacional de Tenis lo hiciera. También fue el último juicio que tuvieron los abogados de antidoping de la ATP.
–¿Por qué fue tan difícil encontrar testigos para el juicio?
–Porque son personas que trabajan en el mismo torneo. Sus jefes eran los mismos que nosotros decíamos que mentían.
–¿Por temor a alguna represalia de la ATP?
–No de la ATP, sino de la organización del torneo. Siempre hay presiones, muchos no quieren perder su trabajo. El trabajo de mucha gente podía depender de lo que decían. Esos recaudos y miedos son los que se tornaron en contra. Si no, hubiera sido todo más fácil.
–¿La última apelación dio lugar a seguir el caso en la Justicia?
–Se va a seguir con algo legal. Pero mi cabeza no está pensando en eso, está pensando en el tenis. Esta vuelta tiene un significado muy grande. Es el regreso después de una sanción injusta. Lo importante es que voy a volver a disfrutar de lo que más amo, que es jugar al tenis.
Entrevistó: Hernán Matz
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