–Siempre se dice que en la vida hay que tener salud, dinero y amor. No siempre en este orden, pero para usted, ¿qué es lo más importante?

–Creo que desde luego estar sano. El dinero también es importante, porque te lo pone todo más fácil, pero estar saludable ayuda, luego llega el amor. Y por eso es por lo que estoy tan feliz en este 2006. No ha habido lesiones, no he tenido enfermedades, tengo a mis amigos conmigo, ellos están bien, y en lo que respecta a fuera de las pistas, también ha ido bien.

–Ante su cuarta final de la Copa Masters, ¿cómo se ha sentido?

–No tenía nervios, pero sí estaba algo emocionado. Tenía algunas dudas porque nunca antes había jugado 95 partidos en una misma temporada, durante mi carrera, sintiéndome tan formidable durante todo el año. Incluso cuando me desperté el día de la final tenía algunas dudas, lógicas antes de un partido. Había jugado muy bien contra Nadal el sábado y deseaba hacerlo de la misma forma contra Blake, deseaba al mismo nivel. Nervioso no estaba, todo lo contrario, muy tranquilo, y eso me ha ayudado.

–¿Sería usted capaz de volver a viajar solo, sin su equipo?

–Para mí 2004 fue increíblemente interesante, viajar sin un entrenador. Puedes hacerlo, pero a veces te sientes muy solo. No quiero volver a hacerlo porque si lo hiciera solo permanecería un año así, y luego pararía. Necesito el amor de mi novia, necesito a gente que me ayude a mi alrededor, con la prensa, con mis cosas, para que yo pueda hacer mi tenis. Si no, no podría ser un jugador de tenis. Tener un equipo es importante, y si está compuesto por personas diferentes, mejor.

–¿Cómo es su relación con Tony Roche, su entrenador?

–La relación con Tony es muy agradable, muy tranquila. Siempre es muy agradable tener a alguien detrás a quien poder llamar si tengo alguna duda. Tenemos una gran relación entre los dos y vamos a seguir el próximo año con el mismo programa. Empezaremos en Dubai, con diez días de preparación. Para mí es muy bueno tenerlo de vez en cuando cerca de mí, hablar con él de vez en cuando en el momento en que lo necesite.

–Ahora mismo existe la máxima diferencia en la historia entre el número uno y el dos del mundo. ¿Se siente usted solo ahí arriba?

–No, me siento bien ahí solo. No creo que el punto más importante ahora mismo sea ése. Acabo de ganar el Campeonato del Mundo en Shanghai después de una temporada increíble, la mejor que he jugado en mi vida, porque he estado en las cuatro finales del Grand Slam, y eso significa mucho.

–Usted recibe muchas felicitaciones y se sabe que es tímido. ¿Eso le afecta?

–Recibo muchas felicitaciones a lo largo del año, incluso de colegas jugadores, y eso significa mucho para mí, porque eso precisamente es lo más importante. A veces les ganas y eso es lo peor para ellos, y luego los recibes también de gente que entiende de tenis, la prensa, o los aficionados. Eso significa mucho para mí, pero no quiero que me afecte demasiado, no quiero creérmelo. Pero sí quiero recordarlas para los últimos años de mi carrera.

–¿Por qué es para usted tan difícil Roland Garros?

–En los últimos dos años ha sido por culpa del “efecto Nadal”. El me ha vencido dos veces, ha sido el único en hacerlo así, además de Gasquet (Richard) en Montecarlo. Pero de todas formas he jugado muy bien sobre tierra. Ahora mismo creo sinceramente que tengo más opciones que hace cuatro o cinco años. Estoy más fuerte y he logrado cerrar más mis golpes y crear estrategias nuevas, y creo que mis aspiraciones son mayores ahora. Creo que la experiencia de estos años me ayudará mucho más ahora. Me he acercado más a Nadal e incluso creo que lo puedo vencer ahora.

–¿Considera usted que el tenis es el deporte que más esfuerzo mental y físico exige?

–Cada deporte tiene su especial punto mental. En golf, por ejemplo, tienes tiempo para pensar, pero si lo haces en tenis corres mucho peligro y todo puede ser peor. Ellos apenas parece que sudan, aunque lo hacen también. Yo también tengo mis ídolos en otros deportes, Tiger (Woods) es uno de ellos desde luego, y soy feliz incluso de que ellos me tengan a mí formando parte del grupo también.

–¿Se imagina usted cómo será su vida cuando tenga por ejemplo 45 años?

–Realmente no lo sé. Ahora quiero vivir este deporte al máximo. Estoy muy agradecido a lo que tanto la ATP como la ITF han hecho por mí, con las oportunidades que me han dado con sus torneos. Me gustaría ser recordado como una persona que siempre actúa por derecha, nunca negativo y, desde luego, romper unos cuantos records estaría bien.

–¿Cómo será su programa el próximo año y cuáles sus objetivos?

–Probablemente el programa sea muy parecido al de este año. Habrá pocos cambios. Tratar de ganar Wimbledon de nuevo, ser número uno del mundo. Lo primero es ganar el Abierto de Australia, que es lo que se acerca ahora, y desde luego Roland Garros, y completar los cuatro de una vez. Y, por supuesto, estar en Shanghai de nuevo.