El flamante entrenador de Boca, Miguel Angel Russo, aseguró ayer que “en Boca no hay tiempo para lamentos” y que tiene “muy claro” que acaba de arribar a un club en el que “hay que ganar todo lo que se juega”. Además, el DT rechazó cualquier tipo de conflicto con el goleador Martín Palermo, a quien no tuvo en cuenta cuando dirigía a Estudiantes en 1995 y adelantó que “va a tener un lugar en el equipo”.

“En su momento, Martín no tuvo la chance de jugar conmigo, pero pasó mucho tiempo y por suerte ahora ambos coincidimos en Boca. Eso quiere decir que hubo un crecimiento de parte de ambos, cosa que celebro. Tenemos una buena relación, de respeto mutuo, no hay nada que especular. Palermo es un ídolo de Boca y va a tener un lugar en mi equipo”, aseguró Russo, quien viajó a Paraguay para presenciar el sorteo de la Copa Libertadores 2007.

Russo, que consiguió al delantero Bruno Marioni como primer refuerzo para la próxima temporada, admitió que si bien buscará ganar todo lo que tenga enfrente, la Copa Libertadores es el principal objetivo. “Boca tiene que ganar todo. Pero está claro que la Libertadores es uno de los objetivos que vamos a tratar de buscar. La Copa es un torneo muy seductor para el hincha de Boca”, comentó el entrenador, quien admitió haber recibido los llamados de apoyo de Diego Maradona y Carlos Bilardo.

Pese a que comentó que “Boca tiene muy buenos jugadores y un plantel con mucha experiencia en situaciones límite”, el ex técnico de Vélez volvió a insistir en la necesidad de reforzar la defensa con Clemente Rodríguez; además, busca un volante central por la salida de Gago y un arquero que le pelee el puesto a Aldo Bobadilla.

Con respecto a sus primeras impresiones como DT de Boca, Russo comentó: “Ahora me llaman permanentemente y la gente me pide autógrafos constantemente. Pero es algo que ya sabía. Boca es un mundo aparte”.