Juan Martín del Potro confirmó en Australia que está llamado a ser una de las estrellas del circuito tenístico, y figuras como el español Rafael Nadal, el australiano Lleyton Hewitt y el chileno Fernando González ya le auguran un futuro de éxitos cada vez más cercano.

Con apenas 18 años Del Potro irrumpe con fuerza en un incierto inicio de temporada del tenis argentino. Tras el consistente David Nalbandian, el número uno indiscutible pese a sus problemas físicos, se abre un hueco con el resto de la “legión”. Ese hueco puede ser llenado por Juan Ignacio Chela, José Acasuso o Agustín Calleri si dan un paso adelante, o por Del Potro, si da el salto.

La opción Del Potro parece la más sólida, sobre todo si se analizan las semifinales de Adelaida y la segunda ronda en Australia tras un disputado partido con el chileno Fernando González, un “top ten” al que obligó a jugar cinco sets y ante el que sólo se rindió por su inferioridad física.

“Tenísticamente no hubo mucha diferencia, jugué de igual a igual, al mismo nivel, el físico fue la clave”, comentó Del Potro, número 73 del ranking, sobre su duelo con González. El argentino jugó en Australia su tercer Grand Slam, hizo el mejor resultado y disputó por primera vez un partido a cinco sets. Y pese a todo, no se sintió inferior.

“Va a ser muy bueno, es muy joven y le faltan partidos de gran nivel. Sólo necesita tiempo”, pronosticó Rafael Nadal, de 20 años y segundo jugador mundial. El español se encontró con el tandilense en los vestuarios y le dio ánimos tras perder con González. “Estaba hundido y lo he animado. Es muy joven. Le he dicho que yo también tuve calambres hace dos años contra Hewitt”, señaló Nadal, que además destacó del tenis del argentino un aspecto técnico: “Tiene un gran revés”.

Del Potro exhibió en Australia sus 195 centímetros, pero también mostró su revés, su derecha, su servicio y su devolución. “Sacó y devolvió muy bien”, lo alabó el chileno González, su vencedor en Melbourne. “Tiene muy buenos tiros de fondo, una buena derecha y saca y devuelve bien. Con eso ya es importante. No cualquiera a su edad está en el puesto 70 del mundo. Es bueno y va a ser mejor”, pronosticó el chileno, que le ha ganado con muchas dificultades en los tres enfrentamientos.

También Hewitt notó las virtudes del argentino. “Oí un montón de cosas sobre él. Lo vi en Roland Garros. Parece bastante peligroso en polvo de ladrillo y en una cancha dura lenta. Tiene un gran juego, buen servicio, buena derecha y se mueve muy bien para lo alto que es”, sostuvo el australiano, que ha tenido varios enfrentamientod con jugadores.

El espigado Del Potro no se deja llevar por los elogios y es consciente de cuáles son sus debilidades. “Tengo que mejorar el físico. Tengo que mejorar todo, no estoy aún para ganar estos partidos”, señaló con humildad, la misma que mantiene cuando se le habla de debutar en Copa Davis en la primera ronda en Austria, pese a que se sabe con posibilidades. Del Potro no se asusta de momento por la presión de ser la nueva promesa de la “Legión”. “Yo mismo me pongo la presión porque no me gusta perder a nada”, aseguró el tandilense.

El argentino se muestra abierto y sin las cautelas propias del circuito a la hora de hablar con la prensa. Criticó a la hinchada chilena que lo insultó durante el partido ante González, es sincero y humilde y su cara y sus palabras expresan lo que le pasa por la cabeza. Habla de sus amigos con nostalgia. “Mientras ellos están en la playa, yo estoy acá”, indicó el jugador argentino. Pero su vida tiene otras ventajas. “Cuando fui a cobrar era un lindo premio”, dijo con una sonrisa. “Muchos partidos se los debo a mis amigos, que están con Juan Martín, no con el tenista, no son interesados”, señaló Del Potro. Más allá de sus dichos, el bonaerense le había prometido a su barra que si conseguía llegar a la cuarta ronda en Melbourne, se los iba a llevar a todos de vacaciones a Punta del Este.

Ayer abandonó Australia rumbo a reencontrarse con sus amigos en Argentina, dejando un circuito que empieza a fijarse en el nombre de un nuevo tenista de la “Legión”: Juan Martín del Potro.