“Esta mañana (por ayer) hablé con mi padre y en verdad estaba sorprendido por los trascendidos periodísticos que afirmaban que el juez de San Rafael lo citaba para que responda si hubo un acuerdo con el peronismo para no investigar los crímenes de la Triple A”, dice a Página/12 Ricardo Alfonsín, el único del entorno del ex presidente que cuenta con la venta de su padre para responder públicamente sobre el tema. La sorpresa no era por la citación sino por la pregunta. Desde Chascomús y telefónicamente, Alfonsín recuerda que en 1983 era público y notorio el compromiso del peronismo en no investigar el genocidio de la dictadura. Luego del diálogo con su hijo, en su departamento de la avenida Santa Fe, Raúl Alfonsín fue a los diarios. Aunque se comprometió a no hacer declaraciones comenzó a trabajar en el escrito que va a presentar en el juzgado de Héctor Acosta. Le entregó al abogado Ricardo Gil Lavedra todos los antecedentes del tema y también tuvo tiempo para reunirse con el actor y dirigente radical Luis Brandoni.

En el entorno del ex presidente consideran que las declaraciones de Brandoni en las que recordaba que los legisladores del justicialismo no quisieron integrar la Conadep fueron un exceso. Los dichos de Brandoni no hicieron más que recordar un tema que había tenido mucho despliegue en los medios. No es eso lo que incordió al entorno del alfonsinismo. El círculo más cercano al ex presidente considera que detrás de la agitación pública del tema de la Triple A hay cierta manipulación política dispuesta a saldar la interna del peronismo. Incluso reconocen que Alfonsín se muestra preocupado, no por la causa, sino por el incierto final que podría deparar el manoseo del tema. Básicamente lo inquieta que el enfrentamiento entre una y otra fracción del peronismo derive en nuevas escenas de violencia.

“Este es un capítulo más de un año electoral. Esta es una operación política. No digo de parte del juez, ni de parte del Gobierno, pero siempre hay más papistas que el Papa”, responde Ricardo Alfonsín cuando este diario le pregunta por las suspicacias del alfonsinismo.

–¿Quiénes podrían estar detrás de esta operación política? –preguntó Página/12.

–No quiero dar nombres, pero bien pueden ser funcionarios y operadores al servicio del Gobierno. La operación es decirle a un periodista que un juez piensa preguntarle a mi padre por un supuesto pacto con el peronismo. Con esto quieren matar dos pájaros de un tiro. Pegarle a un grupo del peronismo y ensuciar al radicalismo. Pero si enjuiciamos a las cúpulas militares, cómo no íbamos a enjuiciar a la Triple A –asevera Ricardo Alfonsín.

El hijo del ex presidente no oculta cierto enojo y por intuición y algo de información considera que a su padre se lo cita “en su condición de amenazado por la Triple A y también para preguntarle por los famosos decretos firmados por el gobierno de Isabel Perón en los que se pedía el aniquilamiento del accionar subversivo”.

Ricardo Alfonsín recuerda que fue durante el gobierno de su padre que se extraditó a José López Rega, el poder en la sombra de la estructura parapolicial y paraestatal. Además de subrayar que López Rega murió en prisión, destaca que durante el gobierno radical la Justicia pidió la captura internacional del ex subcomisario de la federal Rodolfo Almirón, detenido ahora en España.