El mundo se ha conmovido con la aparición de una joven en estado salvaje después de permanecer 19 años perdida en la jungla de Camboya, pero en el remoto pueblo del que procede no hay misterio: los espíritus la han liberado y ha vuelto a casa. “Es la hija de un policía local. Los espíritus la han liberado de la jungla y ella ha regresado a casa”, explicó hoy por teléfono el jefe de policía del distrito de O’Yadaw, Mao Sun.

Desnuda, malnutrida, aun con el cuerpo de una niña y sin capacidad para hablar o emplear utensilios habituales como los cubiertos, Rochon Pngieng, la joven de 28 años, pudo ser identificada fácilmente por sus padres, Sao Loo y Rocham Yit, como la niña que desapareció hace 19 años. El padre, un policía del poblado de Sam Thom, indicó que unos leñadores a los que trataba de robar la comida fueron los que encontraron a su hija.

Mientras, los habitantes difunden todo tipo de teorías sobre la reaparecida, a la que describen como una loca, como una víctima de un secuestro que ha sido liberada, o simplemente una prisionera de alguien ante la cicatriz que muestra en su muñeca, como marcas de una atadura. Otros aseguran que estaba junto a un hombre salvaje armado con una espada que logró escapar antes de ser capturado junto a la joven, por lo que creen que puede haber más gente perdida en la espesa jungla.

Sin embargo, el agente Sun afirmó que “nada de eso es cierto. Su familia es demasiado pobre como para que la niña fuera secuestrada. Estaba sola cuando los leñadores la encontraron. No hay duda de que ésta es la pequeña que desapareció cuidando el ganado cuando tenía 9 años. Es la imagen de su madre. No hay duda”.

La identificación positiva significa que la familia probablemente se negará a que se le saque sangre para una prueba de ADN para una confirmación total, dijo Sun, pues son miembros de la etnia minoritaria Jarai, cuya tradición no aprueba estos métodos.

El sorprendente rescate de la mujer se produjo el pasado 13 de enero, cuando aparentemente trató de robar comida a los leñadores, que la atraparon y la trasladaron al poblado de O’Yadaw. Se cree que la muchacha vivió sola en la espesa jungla tropical durante casi dos décadas.

El policía local y su esposa, que nunca perdieron la esperanza de recuperar tanto a su hija como a un primo suyo, Rocham Boeung, entonces con seis años, y que también desapareció cuando ambos fueron a buscar el ganado, identificaron rápidamente a la joven gracias a una cicatriz en la espalda, manifestó Sun.

“No tenemos ni idea de cómo ha sobrevivido con todos los animales salvajes, y ella no puede comunicarse con nosotros. Creemos que la cicatriz en su muñeca se debe a que cayó en una trampa para animales durante un período prolongado. Los residentes de la zona creen que los espíritus la capturaron, pero que la han liberado ahora porque ya no la necesitan”, explicó Sun.

Aunque el diario local The Cambodia Daily informó que algunos policías querían meter a la joven en una jaula y cobrar por verla, Sun aseguró que su familia la ama y que no dejará que eso ocurra.

Sin capacidad para hablar, aún aterrorizada por la presencia de otros humanos y aparentemente sin capacidad tampoco para entender lo que le ha ocurrido, es posible que la muchacha sea incapaz de contar su historia, ni dar detalles de lo que le pasó a su primo Boeung, cuyo cuerpo no ha sido encontrado. Según el policía, su familia está contenta de todos modos por tenerla de vuelta y no necesitan respuestas.

La familia quiere evitar la publicidad que ha recaído sobre el poblado tras el rescate de la joven, a quien tratan ahora de rehabilitar y reintegrar en la sociedad. “Ella ha regresado a casa y la familia cuidará de ella por ahora. La han echado mucho de menos y nunca perdieron las esperanzas de que la jungla la devolvería a ellos. Es una historia feliz”, declaró el portavoz policial.

* De la agencia EFE.