Un tribunal federal dictó ayer una nueva orden de captura contra Rafael Di Zeo, el jefe de la barra brava de Boca que lleva ocho días prófugo, a raíz de que otro tribunal también mandara detenerlo. Fuentes judiciales informaron que el nuevo pedido de captura del jefe de “La Doce” fue dictado por el Tribunal Oral Federal N° 4 (TOF4) al no presentarse ayer por la mañana en el juicio que se le lleva adelante por supuesto encubrimiento. El fiscal Angel Nardiello pidió que se lo declare en rebeldía y los jueces Horacio Baccare, María Cristina Sanmartino y Leopoldo Bruglia hicieron lugar a ello y dictaron una nueva orden de captura, luego de lo cual levantaron la audiencia.

Di Zeo ya sobrelleva una orden de detención librada por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3, para que cumpla la condena a cuatro años y tres meses de prisión por una feroz agresión a hinchas de Chacarita, durante un partido amistoso en la Bombonera, el 3 de marzo de 1999. Di Zeo iba a empezar ayer a ser enjuiciado por la supuesta fuga que habría protagonizado al escaparse de un departamento de Flores, deslizándose desde una ventana mediante una soga de sábanas atadas.

El 2 de octubre de 2003, la policía allanó ese inmueble del noveno piso del edificio de Ramón Falcón al 2300, y secuestró documentos de identidad apócrifos y supuestamente también dinero falso, que según Di Zeo no le pertenecían y habrían sido “plantados” allí para perjudicarlo. Di Zeo logró evitar la detención en aquella oportunidad escapando, según las especulaciones de ese momento, por una ventana con sábanas atadas, favorecido por su novia, una oficial de la Policía Federal.

La versión sobre aquella fuga nunca fue confirmada ni desmentida oficialmente. Sin embargo, la causa siguió su curso y el barrabrava de Boca quedó procesado por presunto “encubrimiento”, un delito que contempla penas de entre seis meses y tres años de cárcel, es decir que es de los que habitualmente son de cumplimiento condicional. Pero atendiendo a los antecedentes de Di Zeo, el tribunal podría decidir que una eventual condena fuera de cumplimiento efectivo.