Fernando Di Zeo, hermano del jefe de la barra brava de Boca, y Gustavo “El Oso” Pereyra, dos de los seis barrabravas prófugos desde el 9 de marzo, cuando la Justicia ordenó su detención por “coacción agravada por el uso de armas” por la agresión a simpatizantes de Chacarita durante un partido de entrenamiento disputado en la Bombonera en 1999, se entregaron ayer en el Palacio de Tribunales y luego fueron trasladados a la cárcel de Ezeiza, donde cumplirán condenas de tres años y diez meses de prisión. Los otros prófugos, entre ellos Rafael Di Zeo, podrían entregarse en las próximos días, según deslizó uno de los abogados defensores.

El mayor de los Di Zeo se entregó primero, cerca del mediodía, junto al abogado José Monteleone, y unos minutos más tarde se entregó Gustavo “El Oso” Pereyra, en compañía del letrado Pedro D’Attoli. En la puerta de Tribunales, Monteleone anticipó a la prensa que el líder de la Doce, Rafael –de quien se cree que podría estar escondido en Uruguay, por lo que es buscado intensamente por Policía Federal, Gendarmería, Prefectura e Interpol–, podría entregarse “a la brevedad”, al igual que los otros tres prófugos: Diego Marcelo Rodríguez, Juan Carlos Alejo y Fernando “Fredy” Kruger. El letrado defensor negó haber pedido un trato preferencial de sus defendidos para que los detenidos sean trasladados al penal de Marcos Paz y no al de Devoto, donde aún cumplen condenas otros ex integrantes de la barra brava boquense condenados por los asesinatos de los hinchas de River Walter Vallejos y Angel Delgado, ocurridos el 30 de abril de 1994.