Vélez logró ayer la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, tras vencer como local a Emelec, de Ecuador, por 1-0, con un golazo de Damián Escudero, y se convirtió en el primer equipo del fútbol argentino en alcanzar esa instancia en el torneo, tras las eliminaciones de River y Banfield.

Previsible, como si estuviera desconcentrado, bloqueado entre sus líneas e impreciso con la pelota, Vélez estuvo en la primera parte lejos de mostrarse como candidato a la clasificación. Incluso sufrió las exigencias del ataque del Emelec, que contó con tres chances claras de gol pero se encontró con un Gastón Sessa muy atento.

Lo mejor del equipo de Ricardo La Volpe se produjo a los 45 minutos sin demasiados méritos de elaboración, cuando tras un rebote Marcelo Bustamante remató al arco y el arquero Angulo consiguió desviar.

A partir del ingreso de Darío Ocampo, en el complemento, los de Liniers parecieron despertarse y evidenciaron algunas mejorías: tomaron la iniciativa, ganaron en profundidad, pero el gol aún no llegaba y los nervios le jugaban en contra.

Cuando algunos jugadores de Vélez comenzaban a consultar al banco por el resultado del partido entre Internacional y Nacional, Pellerano aprovechó una distracción de la defensa ecuatoriana y, a los 64, sacó rápido un tiro libre y habilitó a Escudero, quien se abrió camino entre dos marcadores y mano a mano con el arquero hizo la pausa justa para acomodar el cuerpo y sacar un remate perfecto, arriba, sobre el ángulo izquierdo del arquero, que no pudo hacer nada para evitar que la pelota entrara.

Con el tanto, el objetivo del equipo de La Volpe estaba logrado, sólo restó controlar el trámite para evitar cualquier sorpresa. No debió esforzarse mucho, ya que los ecuatorianos, que habían llegado al partido sin chances de clasificación, no se mostraban decididos a buscar la igualdad.