Hagan juego, señores. Daniel Scioli no tiene compañero de fórmula pero sobran los aspirantes. Hasta ahora los candidatos a vicegobernador bonaerense se habían limitado al canciller Jorge Taiana, la titular del PAMI, Graciela Ocaña, y el intendente de Mar del Plata, Daniel Katz. Pero desde el propio kirchnerismo apuntalaron ayer a otros dos: el ministro de Gobierno bonaerense, Florencio Randazzo, y el titular de la Anses, Sergio Massa.

Randazzo fue azuzado por Felipe Solá. El gobernador consideró ayer que sería “un honor” que uno de sus hombres integrara la boleta K. Unos 40 intendentes del interior se reunieron hace una semana en el Hotel Corregidor para bregar por una representación del espacio que representa Solá en el “futuro” gobierno provincial, dado que ya dan por hecho que Scioli será gobernador.

Probablemente sea esa carencia de un competidor de peso lo que alienta la proliferación de candidatos oficialistas. De hecho, Solá lanzó a Randazzo en un acto en la planta de Peugeot-Citroën, en Tres de Febrero, delante del presidente Néstor Kirchner, Scioli y la senadora Cristina Fernández. Para el gobernador, la importancia del aspirante es evidente: “No va a cambiar mucho los votos, pero puede darle una tranquilidad a muchos intendentes y legisladores que quisieran tener a una persona conocida de antemano”. Es sabido que, en ese afán de impronta peronista, se han mencionado nombres como los del diputado José María Díaz Bancalari y el del senador José Pampuro. Una observación no menor: este último figura entre los predilectos de Scioli, según su entorno.

Lo de Massa fue un reingreso a la danza de aspirantes. El titular de la Anses ya había sido barajado para la boleta, pero en las últimas semanas su nombre se fue diluyendo. Ayer, el pedido por Massa provino del piquetero Luis D’Elía. “Apoyamos a Scioli y nos gustaría mucho que el vice fuera Sergio Massa, es una persona joven que ha gerenciado muy bien la Anses y avanza mucho con la reforma previsional en favor de las cajas del Estado”, dijo.

Lo cierto es que en la Casa Rosada dejaron trascender que si hoy Kirchner tuviera que decidir, se inclinaría por Taiana. De todos modos, la última palabra no está dicha: Ocaña tiene un café programado con Scioli, mientras que el intendente de Mar del Plata les cierra a algunos inquilinos de la Rosada por la posibilidad de traccionar votos radicales.

Es probable que las especulaciones se prolonguen varios meses: el compañero de fórmula de Scioli recién se conocería en julio, al mismo tiempo que la fórmula presidencial.