Después de su catastrófica caída en Barcelona, Gastón Gaudio anunció que deja la gira europea de polvo de ladrillo, que culmina en el Abierto de Francia en Roland Garros, pero allegados al tenista aseguraron que no se retirará de la práctica profesional, a pesar de los rumores que lo daban como probable. Tras perder 6-1, 6-0 en apenas 43 minutos en primera ronda ante el sueco Robin Soderling, Gaudio hizo una desgarrada confesión: “Ya no estoy para jugar en este nivel”. David Nalbandian, Agustín Calleri y Guillermo Cañas se aseguraron un lugar en octavos de final, mientras Carlos Berlocq tuvo que abandonar.

Mariano Zabaleta, amigo del tenista de Adrogué, fue enfático: “No se retira ni en p...”. Luego explicó: “Nunca me comentó nada del retiro y si lo hace lo mato, porque yo me rompí el alma para volver a estar entre los mejores cien del mundo y viajar otra vez con él. Es algo que nos lo habíamos prometido”.

Gaudio, que llegó a ser cinco del mundo en abril de 2005, hace sólo dos años, es hoy 69 del ranking, su peor ubicación en siete temporadas. “Sólo está pasando por un mal momento deportivo después de una racha de varios años buenos”, afirmó un allegado. Campeón de Barcelona en 2002 y finalista en 2004, el argentino de 28 años es una sombra del jugador que fue.

Ni siquiera en polvo de ladrillo, la superficie en la que logró su mayor éxito, el título de Roland Garros 2004, encuentra Gaudio su tenis. “Ya no tengo mi juego, no puedo jugar en este nivel”, dijo tras caer en sólo 43 minutos ante el sueco.

“No fue una cuestión de perder o jugar mal, apenas estuve en la cancha”, amplió Gaudio su desolación. El argentino suma nueve derrotas y sólo cuatro victorias en lo que va de 2007. En febrero pareció recuperarse, al alcanzar los cuartos de final en Acapulco, pero a continuación fue eliminado en segunda ronda tanto en Miami como en Montecarlo.

La idea de Gaudio pasa por descansar unos días en Buenos Aires junto a sus seres queridos, continuar con los entrenamientos bajo las órdenes de su entrenador Franco Davin o Martín Jaite, quien lo estuvo ayudando en estas últimas semanas, para reintegrarse al circuito en Roland Garros, el único Grand Slam que ganó en su carrera.

El cuarto preclasificado, Nalbandian, quien esta semana bajó del puesto 12 al 14 del ranking, hizo gala de una gran contundencia en su debut y venció al español Alberto Martín 6-2, 6-0. Por un cupo en cuartos, el argentino podría tener que medirse mañana con el local Carlos Moya.

Calleri continuó con su marcha triunfal en Barcelona, al superar al italiano proveniente de la clasificación Paolo Lorenzi, por un doble 6-2, y chocará ahora con el tercer favorito, Tommy Robredo, quien derrotó sin problemas a otro español, Feliciano López, por idéntico marcador.

Guillermo Cañas se mostró “muy feliz” por regresar a Barcelona, en donde debutó con victoria ante el bielorruso Max Mirnyi 6-2, 7-6. “Tenía muchos deseos de volver a Barcelona; mi participación estaba en duda por el pequeño desgarro que tuve en la pierna en la final de Miami.” Cañas destacó el buen triunfo ante Mirnyi, “un rival difícil, que se adapta bien a este tipo de canchas”, y se mostró satisfecho “de poder volver a jugar en polvo de ladrillo”, a la vez que agradecido por “el apoyo del público”.

Como ya derrotó este año en dos ocasiones al suizo Roger Federer, el número uno del mundo, en Indian Wells y Miami, no descarta hacer lo mismo en Barcelona ante Rafael Nadal, primer cabeza de serie del torneo y segundo jugador mundial. “Ahora mismo, creo que estoy jugando a un gran nivel, y si me enfrento a Federer o Nadal, creo que ellos tienen más posibilidades de ganar, pero yo a la cancha salgo a disputar todas las pelotas y a disfrutar del tenis, que es un placer, y si se pierde dándolo todo no pasa nada, ya es suficiente”, dijo Cañas.

“Volví con buenos resultados y luchando en las cortes de justicia, que creo que es la manera de seguir limpiando mi nombre, pero mi principal pensamiento es el tenis”, insistió. “Hace pocos días que se ha vuelto a releer un fallo de la Corte Suprema de Suiza y es la primera vez que ocurre en veintitrés años.”