DEPORTES
Coria era el último y no resultó el primero, Agassi no lo dejó ni mover
El único argentino sobreviviente en el masters series de Cincinnati no encontró respuestas ante un Agassi letal: 6-0 y 6-2.
Tras la emotiva batalla que libraron Guillermo Cañas y Pete Sampras el martes, cuando el argentino estuvo a un solo game de llevarse la victoria en el segundo set para caer finalmente en el tie break primero y en el tercer parcial después, quedaba la remota esperanza encarnada en Guillermo Coria. La parada era difícil ante el rapado de Las Vegas, pero como el tenis argentino pasa un momento anímicamente excepcional, el desenfadado Mago Coria, el último sobreviviente, podía dar guerra y por qué no dar el golpe. Y lo dio, pero contra el duro piso de Cincinnati: 6-0 y 6-2 inapelables, cómodos, rápidos, higiénicos. Ni transpiró Andre.
Casi sin exigirse y como si fuera un entrenamiento, el aún joven veterano de Las Vegas dominó con amplitud y arrolló a juvenil argentino.
Tan claro fue el dominio que Coria tardó 24 minutos en meter un ace -celebrado por el público e irónicamente por él mismo–, que metió su primer passing y ganó su primer game –el tercero del segundo set– a la media hora larga de juego, y que de no mediar una interrupción por atención al argentino (le vendaron un pie) todo hubiera terminado en tiempo record.
Y aquí cabe recordar que el Kid Agassi venía de una semana accidentada -por decirlo de alguna manera–, ya que la ATP lo sancionó con una multa de nada menos que 80.000 dólares por retirarse sin justificación aparente del masters series de Toronto, el mismo que vio consagrarse a Guillermo Cañas. Agassi argumentó que sus lesiones rebeldes en la espalda y la cintura le impedían presentarse en el certamen canadiense que ganó en tres oportunidades. Lo castigaron, no obstante. Así y todo, el estadounidense se mostró en plena forma ayer, y muy bien preparado para Flushing Meadows, el Abierto de Estados Unidos que comienza el 26 de agosto.
Precisamente, para eso se muestra muy afilado el último campeón, el australiano Lleyton Hewitt, vencedor ayer de Davide Sanguinetti por 5-0 y abandono: una máquina. Y el otro australiano, Wayne Arthurs, también está en plena forma, ya que bajó a Pete Sampras apoyándose en su poderoso servicio.
Ahora, sin expectativa alguna en Cincinnati, los argentinos, en masa, se disponen a velar armas para el Grand Slam que se viene: tienen dos semanas largas.