El neuquino Pablo Daniel Zamora Nievas tendrá hoy una oportunidad impensada de ganar un título del mundo. Desde las 10 y con transmisión de TyC Sports enfrentará al australiano Anthony Mundine (hijo de Tony, aquel recordado rival de Monzón por el título en el Luna Park) por el campeonato supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo en una pelea a doce asaltos que tendrá lugar en Broadbeach, Australia.

Atrás han quedado aquellos tiempos en que había que acumular mucho tiempo y muchos combates para alcanzar una oportunidad por una corona del mundo. Un manager con aceitadas relaciones internacionales puede conseguir hoy la chance más allá de los méritos reales que su pupilo haya acumulado sobre los rings. Y éste es el caso de Zamora Nievas. Su manejador, Mario Margossian, recibió un llamado de Khoder Na-sser, el conductor de Mundine, ofreciéndole la pelea. Margossian la aceptó pese a que su pupilo no estaba clasificado por la AMB (ahora lo está en el puesto 15) y que en su campaña de 19 peleas con 17 victorias (12 antes del límite), un empate y una derrota, sólo enfrentó a rivales de segundo orden nacional.

Zamora Nievas, de 26 años, pega fuerte. Sus últimos tres triunfos llegaron por la vía rápida. Y ésa parece ser su única chance: poner una mano y dar un batacazo que le cambiará la vida. Tiene mucho en contra: su total falta de rodaje internacional (jamás peleó fuera de la Argentina) y su escasa absorción al castigo (cayó cuatro veces en su carrera). Si llegara a ganar, será un milagro. Mundine no es ninguna luminaria. Posee un record de 28 triunfos (22 por KO) y 3 derrotas y hará hoy la primera defensa del título. Es un boxeador de ataque, de mano dura, pero que también recibe. Puede vaticinarse una pelea de trámite breve y explosivo.