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El legendario escenario de Corrientes y Bouchard, donde los duendes de 1982 dieron sus primeros pasos, se fue colmando lentamente y la fiebre mundialista no tardó en hacerse notar, incluso en los alrededores del lugar. La inauguración del evento contó con una emotiva ceremonia que combinó imágenes tridimensionales, efectos visuales y fue animada por más de 400 artistas que se encargaron de reflejar con distintos ritmos y figuras a las seis subsedes.
Exactamente a las 18.10, la ceremonia comenzó con imágenes de la Argentina reflejadas en una pantalla en forma de globo ubicada en el centro de la cancha. Mientras las tribunas se colmaban, cuatro gauchos completaban la escenografía en el rectángulo principal. Hubo carnavalito, tango y luego cuatro cantantes entonaron Color esperanza, la canción de Diego Torres. Los rayos láser terminaron de decorar la escenografía, mientras cuatro murgas porteñas hacían su presentación.
El momento culminante de la tarde fueron las imágenes de los deportistas más gloriosos y sus momentos más recordados, como Juan Manuel Fangio, Diego Maradona, Carlos Monzón, Las Leonas y, por supuesto, los máximos hitos del voley. Los mayores aplausos se los llevó, una vez más, Maradona: el público coreó su nombre cuando los altoparlantes anunciaron la presencia del ex presidente de la FIFA Joao Havelange.
Patricia Sosa entonó la canción oficial del Mundial, que menciona a los países participantes, mientras la pantalla mostraba las banderas de cada uno de ellos. En ese instante, las primeras reprobaciones fueron para la insignia de los Estados Unidos. Los silbidos siguieron después para las autoridades nacionales que acudieron a la cita, entre ellos el secretario de Deportes, Daniel Scioli, que casi no pudo hacer oír su discurso.
Jairo entonó a continuación el Himno Nacional y también el himno de la FIVB y, para finalizar, tomó la posta el presidente de la Federación Argentina, Mario Goijman, quien agradeció por la “confianza” depositada en el país. “Casi seguro que el Mundial se hace en la Argentina”, ironizó el dirigente. Por último, el presidente de la FIVB, el mexicano Rubén Acosta, afirmó: “El Mundial se mantuvo en la Argentina contra viento y marea. El país está de pie”.