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Después de conocer el accionar de la Justicia suiza en Lausana, el ingeniero Mario Goijman dialogó con Página/12 y explicó: “Esto es una guerra despiadada con la mafia. Decidí atacar porque no podía tolerar esta situación. Estoy peleando con la verdad, con honestidad. Yo me tiré a una pileta pesada, con peces gordos de verdad, y contra una entidad que tiene 150 millones de dólares en el banco”. Además, Goijman remarcó que habló con el juez para comentarle que los argentinos “no creemos en la Justicia”. “Por eso –prosiguió Goijman–, esto me sorprendió positivamente. Uno confiaba en que la respuesta fuera en forma ecuánime, y no tengo quejas en ese aspecto. Esta es la primera vez en la historia que se realiza un allanamiento a una organización de este tipo.”
En relación con la posición que ocupa Rubén Acosta, el máximo responsable de la FIVB, Goijman destacó que el mexicano se tendría que ir: “Una persona que falsifica los informes a la Asamblea de Finanzas para ocultar que se llevó seis millones de dólares no puede permanecer en ningún lado. Quizá esto para los argentinos es moneda corriente, porque estamos acostumbrados a que todos se lleven todo, pero esto es deporte. Uno trabaja ad honorem y los dirigentes tienen que dar el ejemplo. Yo voy a seguir poniendo la cara para que se vaya, a pesar de que me sigan pegando por todos lados. Ellos pretenden que me calle, pero no lo van a lograr”.