Neymar fue ovacionado ayer poco antes del partido que Brasil terminó perdiendo con Holanda por el tercer puesto del Mundial. Sin haber podido estar presente en la goleada 7-1 de Alemania sobre Brasil en la semifinal porque hacía reposo por la lesión en la columna vertebral que sufrió en el partido contra Colombia, por los cuartos de final, Neymar apareció ayer varias veces en las pantallas del estadio Mané Garrincha de Brasilia y provocó el giterío generalizado de los hinchas brasileños que, cuando vieron al crack del Barcelona salir a la cancha antes del partido, estallaron en una ovación generalizada para la figura del Scratch, de tan sólo 22 años. No tuvo la misma bienvenida el entrenador Luiz Felipe Scolari, que recibió ruidosos abucheos y silbidos en la previa de su último partido como director técnico de la selección verdeamarelha.