Pablo Llonto es periodista deportivo y abogado. Escribe sobre la miserias que rodean al fútbol hace más de 35 años y se dedica al derecho hace tres décadas. El viernes por la noche presentó su último libro dos veces, porque la gente tuvo que dividirse para poder entrar en la sala Alfonsina Storni, que desbordaba. La obra, una investigación que se llama El juicio que no se vio (y un homenaje a los testigos de aquel proceso que terminó en 1985 con cinco de los integrantes de las Juntas militares condenados), le hace honor a su infatigable trabajo como abogado querellante en las causas de delitos de lesa humanidad y a su tarea periodística.

Como no podía ser de otra manera, estuvieron ahí militantes de los derechos humanos, testigos de aquel juicio, representantes del derecho, del fútbol y un grupo de periodistas deportivos. Desde el juez federal Daniel Rafecas al profesor Fernando Signorini, integrante del cuerpo técnico de Diego Maradona cuando dirigía a la Selección nacional.

Llonto también escribió un libro clave para entender la trastienda y el contexto de época del Mundial ‘78. Lo publicó la editorial de las Madres de Plaza de Mayo. Se llama La vergüenza de todos (2005) y parafrasea a aquella película bochornosa dirigida por Sergio Renán que se llamó La fiesta de todos. Por esos textos, pero más por su historia consecuente, el periodismo ganó a uno de sus mejores valores surgidos de la cantera de los cronistas deportivos. De su desempeño como abogado hablan con respeto las decenas de familiares de las víctimas de la última dictadura.