Entre diciembre de 2015 y marzo de 2016 la FIFA elegirá un nuevo presidente. En cuanto la fecha del congreso electivo extraordinario se conozca, los aspirantes podrán presentar sus candidaturas. El príncipe jordano Ali ya declaró su intención de presentarse, en espera de la posición de Michel Platini, el gran favorito potencial.

El presidente de la UEFA es el primer nombre que viene a la mente cuando se trata de confeccionar la lista de aspirantes posibles al trono de la FIFA. Habrá que ver si está dispuesto a dejar la Confederación Europea donde tiene un respaldo unánime y donde debe iniciar vastas reformas para dirigir una Federación Internacional convertida en un lugar de intrigas de todo tipo.

El ex capitán de la selección francesa, de 59 años, encarnó estos últimos meses una clara oposición a Blatter, al que había ayudado en su primera elección en 1998. Había finalmente rechazado presentarse como candidato contra su antiguo mentor, prefiriendo lanzarse a un tercer mandato al frente de la Confederación Europea en marzo para apoyar después al príncipe jordano Ali.

Platini, que había pedido la dimisión de Blatter el jueves, sale seguramente reforzado de los últimos acontecimientos. Pero deberá antes tener en cuenta el reparto de fuerzas en el seno del congreso, el cuerpo electoral, donde Europa sólo tiene 53 votos de 209. Sabe también que las otras confederaciones, beneficiarias de la ayuda al desarrollo de la FIFA, no aceptarán tan fácilmente ver a la entidad dominada por un representante de la riquísima y todopoderosa UEFA.

Semidesconocido antes de oponerse a Blatter en la elección del viernes, el príncipe jordano Ali bin al Hussein, medio hermano del rey Abdalá II, fue el primero en anunciarse de nuevo como candidato a la sucesión de Bla- tter. Apenas media hora después de la dimisión del suizo. Tiene una muy buena imagen gracias a su rango de vicepresidente de la FIFA por Asia (2011-2015) y de patrón de la Federación Jordana de Fútbol. Pero posee también serios hándicaps. Su juventud (39 años) es considerada por algunos como un signo de inexperiencia. La Confederación Asiática no lo confirmó en su puesto de vicepresidente de la FIFA, tomando parte por Blatter.

Queda por ver qué sucede con el presidente de la Federación Holandesa, Michael van Praag, y al ex futbolista portugués Luis Figo, que retiraron sus candidaturas para apoyar al príncipe Ali una semana antes del escrutinio. “Voy a entrevistarme primero con las diferentes partes en Berlín (en el comité ejecutivo de la UEFA entre mañana y pasado) y después me plantearé cuáles son mis planes”, declaró Van Praag.

Otra pista es el presidente de la potente Federación Alemana, Wolfgang Niersbach. Pero nadie duda que Europa querrá avanzar unida detrás de un candidato en el próximo congreso extraordinario. Todo dependerá por lo tanto de la decisión de Platini.

Habrá que ver también la posición del ex futbolista francés David Ginola, cuya aventura folclórica, financiada por una casa de apuestas (Paddy Power), fue corta a finales de enero por falta de apoyos, igual que el diplomático francés Jérôme Champagne, ex secretario general adjunto y ex director de Relaciones Internacionales de la FIFA, alguna vez mano derecha de Valcke. Ginola avisó ayer que volverá a presentarse.

Fuera de Europa, el presidente de la Federación Estadounidense, Sunil Gulati, se mostró muy virulento contra Blatter en la línea de las investigaciones judiciales llevadas por su país. “Esta es una excepcional e inmediata oportunidad para un cambio positivo” en la FIFA, declaró ayer.