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Una lectura atenta de las declaraciones de los futbolistas, normalmente escuetas o en apariencias vacías de contenido, sirve para entender por qué tenemos el fútbol que se ve en las canchas de cada domingo. “La actualidad del equipo en parte se debe a que se entendió rápidamente el mensaje del técnico”, dijo ayer Walter Montillo, el jugador que fue la figura del partido cuando entró en el segundo tiempo. “Alfaro fue muy claro desde el primer día en lo que pretendía dentro del campo de juego y están a la vista los resultados, aunque también sabemos que, más allá del entusiasmo de la gente, falta mucho para pensar en el campeonato.”
Montillo, uno de los jugadores de la fecha, se puso el casete en los micrófonos de Radio Nacional y elogió al entrenador que, el domingo tras el partido, había dicho que “los puntos de locales son los más difíciles de conseguir”, un concepto que, en el fondo, sugiere que el problema es jugar al ataque. Por supuesto que es, además, una falacia: en este Apertura los locales perdieron apenas 4 de los 48 partidos que disputaron, menos del 10 por ciento. No parece, entonces, tan difícil.
“El equipo se merece este presente porque deja todo en la cancha. Además de jugar bien al fútbol, San Lorenzo es sacrificio y eso el hincha lo entendió”, dijo Montillo. “A nosotros nos tocó un arranque más complicado que al resto de los grandes. Primero contra Vélez, el campeón, después a La Plata a jugar con Estudiantes y después un clásico. No tuvimos suerte.”