DEPORTES › OPINION

¿A quién criticamos con Ardiles?

 Por Pablo Vignone

Si sirve preguntarse de qué hablamos cuando hablamos de fútbol –como lo ejercita Juan Sasturain en el fabuloso documental Gracias por el juego sobre la final Intercontinental que Boca perdió el año pasado en Tokio–, no es menos válido redirigir esa cuestión hacia tópicos más pedestres: ¿A quién criticamos cuando criticamos a Ardiles? En tres semanas, el Ossie pasó de exótico manager a blanco indisimulable de la exasperación académica, y la gracia que causaban sus grititos en inglés (¡up, up!, ¡yes, yes!), ahora son vistos como la prueba irrefutable de que no sirve, porque hace 20 años que no respira fútbol argentino, y no está adaptado, y...
Esto es lo que sucede cuando se analiza el fútbol a partir de los resultados. Que puede ser natural en los hinchas pero es impropio de los que, se supone, están para aportar reflexión y criterio. Ardiles no cambió en tres semanas, ni tampoco parecen ser 20 días el tiempo suficiente para que un proyecto madure o dé frutos. Merlo no salió campeón en el primer torneo en el que dirigió a Racing. En ese torneo –Clausura 2001– sumó 5 puntos en las primeras cuatro fechas, apenas uno más que este Racing by Ardiles.
El tema es que Ossie pronunció las palabras prohibidas (o las pusieron en su boca) cuando se hizo cargo del equipo: “ganar, gustar, golear”, un decálogo con tufillo menottista, que a muchos analistas del fútbol moderno suena a herejía por imposibilismo o por el culto al dios beneficio, y que en realidad fue acuñada en el fondo de la historia, aunque reivindicada como credo. Y entonces, identificado al nuevo espécimen, bastó que perdiera con baile para que le cayeran encima.
Se han escuchado, por ejemplo, cosas como ésta en los medios: “Claro, eso de ganar, gustar y golear es muy lindo, pero te agarra Olimpo ¿y?”. Se hablaba de Racing y la goleada 1-4, pero el hilo del discurso siempre encontraba un atajo para pasar por Central...
O diálogos como éste:
–Sí, pero te olvidás que Gallego es tan menottista como Ardiles...
–¡No! Gallego es passarelliano...
Como si existiera cosa tal como el “passarellismo”... Esa locura eufemística ha llevado a que, con apenas cuatro partidos jugados, se diga que “Racing ya no está para campeón” o “ahora el objetivo es la Libertadores”, copa que, como todo el mundo sabe, arranca en ¡febrero de 2003!
Curiosamente, porque no es usual, la lógica la aportaron los jugadores. Falta mucho, hay 15 partidos que jugar, todavía se puede pelear. Y a dejarse de joder.

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