EL PAíS › DUHALDE Y MENEM PODRIAN NEGOCIAR QUE NO HAYA INTERNAS
Ahora, nadie quiere ver las urnas
Los principales operadores del Presidente y del ex mantuvieron varias reuniones ayer. Matzkin recibió a Bauzá; Corach a Pampuro y Mazzón. Nadie descarta que, finalmente, se suspendan las internas. De la Sota se niega a tal chance y espera que Duhalde no le dé el gusto a un Menem devaluado y en baja.
Por Diego Schurman
Eduardo Duhalde y Carlos Menem buscan un acuerdo para levantar las controvertidas internas partidarias. Encuestas en mano, los principales operadores del actual y del ex presidente trabajan a contrarreloj en el diseño de una alternativa que permita evitar la compulsa interna, en la que el puntano Adolfo Rodríguez Saá saca varios cuerpos de ventaja. El buen clima logrado en las últimas negociaciones abrió incluso expectativas de una cumbre entre los dos enconados enemigos del justicialismo.
La manera de reemplazar las internas fue analizada en numerosas reuniones. Una de las más destacadas fue la que se produjo en el domicilio particular de Jorge Matzkin. El ministro de Interior desayunó con el ex senador Eduardo Bauzá, cabeza del comando de campaña del menemismo.
De todas las alternativas que se barajaron ninguna logró convencerlos. Pero la que reunió mayor consenso fue la de Juan Carlos Romero. El gobernador salteño y precandidato del PJ llamó a evitar las internas con una propuesta singular:
- Que cada aspirante del PJ se presente en los comicios nacionales, por ahora previstos para el 30 de marzo de 2003, con sello propio.
- Y que aquel que reúna más votos –siempre convencido de que éste conseguirá el primero o el segundo lugar respecto a los candidatos que no sean del PJ– sea apoyado por el resto en el ballottage.
En rigor, tiene las características de una ley de lemas pero sin que el más votado sume los votos del resto del partido, más allá de un “pacto de caballeros”, una práctica inusual en la dirigencia política contemporánea.
Bauzá y Matzkin también abordaron la “variante De la Sota”. El gobernador cordobés y también precandidato del PJ dijo estar dispuesto a resignar las internas abiertas por otras más acotadas. En buen romance: propuso dejar sin derecho a sufragar a los afiliados de los partidos que no se presenten a la competencia interna por tener candidato único (ver página 8).
A Menem no le place esta opción. Imagina en la provincia de Buenos Aires un aluvión de votantes de la UCR inmiscuyéndose en la interna del PJ para inclinar la balanza en contra suyo. Esto significaría el desinterés radical por la suerte de sus propios candidatos.
Los menemistas prefieren internas aún más cerradas, a la vieja usanza. Esto es, que no sean simultáneas, y que en ellas puedan votar únicamente los afiliados de un partido y los independientes, excluyendo a los integrantes de otros partidos.
Carlos Corach navegó por los mismos tópicos al mediodía, en su estudio de la calle Belgrano. Allí llegaron prestos el secretario privado del Presidente, José Pampuro, y su colaborador Juan Carlos Mazzón, a su vez ex funcionario del Ministerio de Interior durante la gestión menemista.
La charla fue tan sabrosa como los palmitos con salsa golf que sirvió el representante de Menem. “La propuesta de Romero es una variante interesante. Aunque la idea de convocar a una Asamblea Constituyente también debe analizarse”, admitió uno de los comensales a Página/12, tras deglutir las milanesas que continuaron a los palmitos.
La Asamblea Constituyente fue fogoneada el martes por Elisa Carrió, Luis Zamora y Víctor De Gennaro. Duhalde no descarta utilizarla de excusa para evitar una interna a la que muchos les espanta. En ese sentido, son muchos los que ayer recordaron en la Casa Rosada que fue el Presidente el que, meses atrás, analizó la posibilidad de llamar a una Asamblea Constituyente.
–Dígame la verdad: ¿quién quiere las elecciones?, ¿a quién le conviene? –especuló ante Página/12 un conspicuo funcionario comprometido en el diseño de la salida electoral.
Si hasta Corach es partidario de un paso al costado de Menem en la pelea del PJ. El ex ministro preferiría como candidato a Carlos Reutemann. Y hasta manifiesta un sueño: que la suspensión de la interna impulse al Lolea rever su decisión de no participar como candidato. Las recientes expresiones del gobernador de Santa Fe a favor de levantar las internas y realizar elecciones a través de la ley de lemas abrieron expectativas en ese sentido.
Ni menemistas ni duhaldistas quieren resolver el entuerto por la vía judicial, pese a que el propio ex presidente amenazó con llegar hasta la Corte Suprema si el Gobierno persiste en mantener sin cambios los decretos de convocatoria a internas. Desde el despacho de la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría ya le hicieron saber a ambos que este tipo de peleas debe encontrar una salida política antes que legal.
¿Por qué a Duhalde y Menem les serviría postergar la interna? El ex presidente no tiene ninguna certeza de vencer en la compulsa y hace rato que las encuestas lo muestran estancado. Como si fuera poco, el frente judicial no le da respiro. Cada día le florecen nuevos conflictos, que en su entorno vinculan a la disputa justicialista.
Al actual mandatario también se le presenta un futuro incierto ya que De la Sota, su candidato, aparece aún por debajo de Menem en los sondeos de opinión. Así, carece de un reaseguro para retornar a la provincia de Buenos Aires, su distrito.
La preocupación del actual y del ex presidente tiene nombre y apellido: Adolfo Rodríguez Saá, quien no para de crecer en todo el país. Ninguno de los dos sabe si el puntano peleará por dentro o por fuera de la estructura partidaria. Pero tampoco quieren arriesgarse. El duhaldismo incluso está haciendo un intento de acercamiento al “Adolfo”, pero cerca del ex gobernador lo interpretan como “el abrazo del oso”.
En los últimos días, tanto Menem como Duhalde tomaron distancia en público. Y se acusaron mutuamente de querer patear para adelante la interna. Pero en privado, sus principales espadas reflejan señales de distensión. A tal punto que no descartaron una cumbre de los dos enemigos internos.