La anulación del rally Dakar fue calificada como “una sabia decisión” por el gobierno francés, aunque suscitó la decepción entre los participantes y las autoridades mauritanas y portuguesas. El primer ministro francés, François Fillon, estimó que “los organizadores tomaron una sabia decisión. Les indicamos desde hace varias semanas que Mauritania presentaba considerables riesgos. La parte principal del trazado estaba en Mauritania. Era verdaderamente un riesgo inútil. La vida de las personas que forman parte de este evento es más importante que todo lo demás”. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, aseguró que desde el gobierno no se impueso nada y que los organizadores habían tomado una acertada decisión.