Después de semanas de críticas y reveses políticos, el presidente colombiano Alvaro Uribe recibió una buena noticia. El supuesto huérfano que se encuentra en Bogotá bajo cuidado del Estado sería el hijo de Clara Rojas después de todo. Así lo anunció ayer el fiscal general Mario Iguarán al presentar los resultados “preliminares” de las pruebas de ADN. Según explicó, existen muchas coincidencias en los códigos genéticos del pequeño de tres años y de la madre de la ex compañera de fórmula de Ingrid Betancourt, Clara González de Rojas. Uribe por ahora se mostró precavido y no salió a festejar. Desde el gobierno adelantaron que recién celebrarán la noticia cuando los resultados sean confirmados por un laboratorio español, adonde las muestras de ADN estaban siendo trasladadas anoche. La madre de Clara fue la única que habló desde Caracas. “A mí me bastan las pruebas colombianas”, aseguró.

En las primeras horas de la tarde de ayer, el fiscal general convocó a una conferencia de prensa. Todo el país y la región entera esperaba la respuesta que tanto había inflado el gobierno de Uribe desde el fracaso de la entrega de los tres rehenes en la víspera del año nuevo. Sin embargo, el anuncio fue a medias. Lejos del resultado contundente que había prometido el Palacio de Nariño, el fiscal Iguarán dio a conocer un resultado preliminar. “Se han establecido coincidencias con probabilidad de verdad”, informó, y luego lo puso en palabras más simples. “Existe una muy alta probabilidad de que el niño sea de la familia Rojas.”

Según fuentes de la fiscalía consultadas por este diario, la “alta probabilidad” correspondería a un 90 por ciento de certeza. El problema, explicaron, es que no se puede contrastar ni con una muestra de la presunta madre, todavía en cautiverio, ni del padre, un guerrillero no indentificado. Sin embargo, la prueba que se realizó en Bogotá sí permitió determinar –siempre según la fiscalía colombiana– que la madre de Clara Rojas y sus dos hermanos comparten el mismo ADN mitocondrial (material proveniente solamente del ADN de la madre) que Juan David Gómez Tapiero, el niño que el gobierno de Uribe dice podría ser Emmanuel. En otras palabras, los Rojas y otra familia en el mundo son los únicos que poseen ese mismo material genético. “Científicamente no podemos certificar que es el hijo de Clara, pero la posibilidad de que las dos familias residan en Colombia, en la misma zona, es muy remota”, explicó uno de los técnicos a Página/12.

Para descartar esa posibilidad y evitar cualquier eventual cuestionamiento del presidente venezolano Hugo Chávez y de los familiares de los secuestrados, la fiscalía intentará dar más certeza comparando las muestras con una base de datos más amplia. La constatación la realizará un laboratorio español en Santiago de Compostela. Su director se comprometió a darle prioridad al tema, aunque no quiso dar un plazo. En la fiscalía colombiana ayer estimaban que los resultados podrían tardar al menos dos semanas.

Fuentes de la oficina del Alto Comisionado para la Paz le confiaron a este diario que, por ahora, el gobierno no hará ningún comentario hasta que se conozcan los resultados del laboratorio español. La fiscalía, en tanto, ya ordenó al Instituto de Bienestar Infantil reforzar la seguridad del hogar de paso de la capital, en donde se encuentra el niño.

Aunque el resultado de las pruebas de ADN era la noticia más esperada, su anuncio no pareció sorprender a nadie en Colombia. Ni la oposición ni los familiares del resto de los secuestrados de las FARC reaccionaron ayer. En las calles de Bogotá, se barajaban dos versiones. Una era que con el inicio de las vacaciones, los políticos habían perdido el interés de los últimos días. La otra, la de los más escépticos, es que ya nada sorprende en el país ni de parte de las FARC ni del gobierno.

Para el politólogo colombiano Fernando Giraldo la manipulación de ambos lados le ha restado credibilidad a todo el asunto. “Por un lado, el gobierno vuelve a anunciar algo que no está confirmado y, por el otro, a nadie le cuesta creer que las FARC sean capaces de algo así”, explicó el analista de la Universidad Javeriana de Bogotá. Pero, agregó, no hay que dejarse engañar por el clima de opinión actual. “La sociedad colombiana no le reclamará explicaciones a Uribe si se confirma que el niño es Emmanuel,” aseguró.

Pero el mayor riesgo no sería ése. Uribe es tremendamente popular y ni la crisis de los rehenes había podido derribarlo en los sondeos. “El principal problema es que con esta victoria Uribe se reposiciona y vuelve a ganar el terreno político que le había quitado Chávez y los países que presionaron por el intercambio humanitario, como Francia y Argentina”, explicó Giraldo. “Con las FARC desprestigiadas, Uribe podrá imponer su visión del intercambio, lo que significa más obstáculos, más negativas y menos esperanzas para los familiares de los secuestrados”, agregó.