Ramiro Cabral subió al colectivo 152 en Maipú y Pelliza, en el barrio de Olivos, y pidió un boleto de un peso para trasladarse hasta Cabildo y Juramento, en Belgrano. El chofer le dijo que el pasaje valía 1,20 y Cabral le retrucó que esa tarifa no existe, que en todo caso sería 1,40. Conductor y pasajero se trenzaron en una acalorada discusión, pero no hubo caso, Cabral debió agregar los 20 centavos para poder seguir viaje. Casos como el suyo se multiplicaron por cientos desde el martes pasado, primer día del año y fecha de entrada en vigencia del nuevo cuadro tarifario en el transporte automotor, en trenes y subtes. La Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y varias asociaciones de consumidores están recibiendo una avalancha de reclamos, porque varias líneas de colectivos están cobrando valores no autorizados y no respetan los precios estipulados para cada sección. El organismo oficial prometió recién ahora lanzar inspectores a la calle e intimar a las empresas para que se ajusten a las tarifas permitidas.

La indignación de los pasajeros es proporcional a lo insólito del caso: líneas como la 60, 56, 92, 98, 113, 148, 172 y la citada 152, entre las mencionadas a Página/12 por entidades defensoras de los usuarios, están aplicando tarifas al margen de las establecidas por el Gobierno. Las quejas se circunscriben a empresas que circulan por el conurbano bonaerense y algunas que conectan con la Capital Federal. Las compañías que operan exclusivamente en la ciudad de Buenos Aires no han registrado denuncias.

En el cuadro tarifario que rigió hasta el 31 de diciembre, el boleto mínimo costaba 75 centavos y abarcaba un trayecto de hasta 3 kilómetros. La siguiente sección iba hasta los 6 kilómetros y valía 80 centavos. Desde el martes primero, esas secciones quedaron unificadas y el pasaje trepó a 90 centavos. La siguiente sección se fijó en un peso, para distancias de entre 6 y 12 kilómetros. Los viajes de entre 12 y 27 kilómetros pasaron a costar 1,40 y los de más de 27 kilómetros, 1,50.

Sin embargo, varias de las líneas citadas más arriba están cobrando 1,20 peso –tarifa que no existe oficialmente– en lugar de uno, con lo cual el aumento para los pasajeros respecto del precio que pagaban antes del aumento –80 centavos– es del 50 por ciento, en lugar del 25 por ciento concedido por el Gobierno. Héctor Polino, titular de Consumidores Libres, relató a Página/12 el caso de una persona que tomó el colectivo 51 en Lomas de Zamora para hacer un viaje de 2 kilómetros, por el cual hasta la semana pasada debía desembolsar 75 centavos y ahora le cuesta 1,20 peso. El ex diputado comentó que pidió explicaciones a la empresa y no obtuvo ninguna respuesta satisfactoria.

Las quejas de los pasajeros se hicieron extensivas a la CNRT, cuyo servicio de atención de reclamos es catalogado de deficiente por las asociaciones de usuarios. “Estuve todo el día tratando de comunicarme y cuando finalmente atendieron apareció una grabación con una musiquita y al minuto se cortó”, contó Cabral, el pasajero de la 152, a este diario. También indicó que en la oficina de Defensa del Consumidor nacional y en la secretaría de Transporte nadie quiso tomar su denuncia y lo derivaron a la CNRT.

Ese organismo emitió ayer un comunicado para anunciar que inspectores saldrán a verificar que las empresas de colectivos cumplan con el nuevo cuadro tarifario y con sus respectivas secciones. “Ante cualquier incumplimiento se labrarán las actas correspondientes y se intimará a las empresas en infracción a la corrección de las tarifas”, señaló. Pedro Busetti, de la asociación de consumidores Deuco, transmitió a Página/12 las denuncias recibidas en su entidad, que engloban a las empresas citadas más arriba. También confió su experiencia personal. En tres viajes en la línea 172, un día le cobraron un peso, otro 1,20 y el último 1,50 por el mismo recorrido.

Busetti reveló que el flamante interventor de la CNRT, Eduardo Sicaro, se comprometió a buscar una solución urgente y a darles una audiencia a las entidades de usuarios. “Será la primera vez en años que nos van a recibir”, destacó, aunque remarcó que la situación con las empresas de colectivos es insostenible.