Una de cada diez empresas que salió a buscar personal durante el cuarto trimestre de 2007 no encontró el perfil requerido, según informó ayer el Indec. A su vez, se registró un mayor porcentaje de firmas en la búsqueda de personal, llegando al 42,7 por ciento del total. Sin embargo, los especialistas señalan que no necesariamente esto implica que existan problemas en la formación del personal, sino más bien que hay que poner la lupa en las remuneraciones ofrecidas para cada puesto de trabajo.

El documento difundido ayer precisó que el 42,7 por ciento de las firmas consultadas demandó mano de obra entre octubre y diciembre del año pasado. En relación con el trimestre anterior representa un incremento del 8,4 por ciento. De las compañías que demandaron trabajo, el 11,5 por ciento no pudo satisfacer sus requerimientos, esto es un 15,4 por ciento menos que el trimestre anterior.

El Indec define como demanda laboral insatisfecha “la ausencia de oferta idónea para responder a un requerimiento específico por parte de empresas”. Ahora bien, este dato no expresa necesariamente la ausencia de personas aptas para la labor demandada. También hay otras circunstancias a tener en cuenta. La investigadora del Cenda, Mariana González comentó a este diario que “hay que tener en cuenta el salario que se ofrece para cada tipo de empleo. Esto no es considerado en el informe del Indec”. Por su parte, Fernando Groisman, presidente de la Asociación Argentina de Especialistas en Estudios del Trabajo, afirmó a Página/12 que “el problema no es de oferta sino de demanda de trabajo. Históricamente, Argentina tuvo una buena nivel de educación de los asalariados respecto de países de la región. La cuestión fue que las empresas no han estado dispuestas a pagar las mayores remuneraciones que esto implica”.

Desagregando la información por rubros, se encuentra que los sectores con mayor porcentaje de empresas en búsqueda de personal son las de Intermediación financiera, Servicios de Hotelería y restaurantes y Servicios de correos y comunicaciones, con 60,0, 59,3 y 59,0, respectivamente. No obstante, en el marco de un mercado de trabajo inestable, con alto porcentaje de trabajo en negro, los asalariados ingresan y egresan de los trabajos con facilidad, incrementando de esta manera el porcentaje de las empresas que buscan trabajadores en forma adicional.

El informe detalla también el tipo de calificación requerida dentro del ítem “demanda laboral insatisfecha”. Allí se presenta un dato llamativo. La mayor proporción del personal que no fue empleado se encuentra en los estratos menos formados (sin requisitos de educación formal) con el 52,5 por ciento, seguido por los técnicos (título secundario o terciario) con 27,6 por ciento y, por último, los profesionales (universitarios) con 19,9 por ciento. Según Groisman, esto se puede entender dado que “si en los ’90 los más afectados por el desempleo fueron los menos formados, es razonable que ahora que la economía crece no se encuentre en algunos puestos de trabajo el personal con la experiencia que las empresas demandan”.