En enero de este año, la Municipalidad de Vicente López, provincia de Buenos Aires, dejó cesantes al licenciado Carlos Barzani, psicólogo en la Dirección de Prevención Social, y al licenciado Alfredo Caeiro, supervisor en esa misma repartición. El motivo fue la publicación, en la revista Topía (Nº 50, agosto de 2007), del artículo de Carlos Barzani “Vicente López, ciudad para vivir... sin drogas” (http://www.topia.com.ar/ar ticulos/0708debates7.htm). Allí relataba el desmantelamiento progresivo de la Dirección de Prevención Social de la Muncipalidad de Vicente López, que había sido pionera en el trabajo sobre la problemática de las adicciones; creada en 1985, su objetivo fundacional fue desarrollar un programa de prevención de las adicciones con participación comunitaria que se delineó en cuatro áreas: capacitación, asistencia, programas comunitarios y talleres juveniles.

En diciembre de 2003, la Intendencia, a cargo de Enrique “El Japonés” García, inició un gradual desmantelamiento de los programas, en paralelo con un proceso de banalización y desvalorización de la tarea de los trabajadores con experiencia en la temática. La nueva directora, Dalmacia Francia, inició su gestión con la puesta en disponibilidad de la única psicóloga de planta del equipo de tratamiento de las adicciones, e impuso un modelo de gestión basado en: 1) el maltrato laboral y el miedo de los trabajadores a ser despedidos, sustentado en un modelo de contratos laborales rescindibles en cualquier momento; 2) la designación de sucesivas coordinadoras –o “interlocutoras”– cuya idoneidad no era fácil constatar; 3) un proyecto institucional incoherente e inconsistente. 4) cesantías arbitrarias.

De esta manera se pone en relieve un proyecto institucional que se caracteriza por la discriminación ideológica y el manejo de las instituciones públicas al modo de estancias privadas. Este modelo, en el campo de la salud, refleja una tendencia a la privatización, en paralelo con el desmantelamiento de dispositivos que apunten a la socialización de la salud. Para modificar este proceso es preciso denunciarlo y llevar a cabo prácticas colectivas que permitan transformarlo.

Ante esta situación, solicitamos: 1) que ambos profesionales sean incorporados en las mismas funciones en que se desempeñaban; 2) que, dada la cantidad de años que trabajaban con contratos transitorios, sean incorporados a la planta permanente, al igual que sus compañeros que se encuentran en la misma situación; 3) que el texto de “Vicente López, ciudad para vivir... sin drogas” pueda ser debatido por el conjunto de los profesionales de la institución.

- Susana Toporosi, Susana Ragatke, Alicia Lipovetzky, Alejandro Vainer, César Hazaki, Andrés Carpintero, Víctor Macri, Héctor Freire, Carlos Maritano, Alfredo Caeiro, Carlos Barzani y Enrique Carpintero