Juan Carlos López Mena, dueño de Buquebus, confirmó ayer su voluntad de ingresar como socio a Aerolíneas Argentinas a través de una nota elevada al directorio de esa empresa. Lo hizo después de una reunión que mantuvo con Gonzalo Pascual, directivo de la privatizada y representante de Marsans, el grupo hispano que hoy tiene casi el 95 del paquete accionario y aspira a mantener el control. El embajador español, Rafael Estrella, consideró ayer que este recambio “es normal” y que la intención es “no enfriar las relaciones” que su país tiene con la Argentina.

La idea sobre la cual se trabaja es un esquema por el cual la participación estatal subiría desde el actual 5 al 25 por ciento, porción que podría incluir a las provincias. Los trabajadores, en tanto, tendrían un 5 por ciento. El 70 restante estaría en manos privadas y la mitad de ese paquete (35 por ciento) sería reservada a Marsans. Pero esta hipótesis de trabajo todavía deja planteadas muchas incógnitas.

Hasta ayer no se sabía qué aporte haría el nuevo socio privado ni sobre qué valor estimado de la compañía. Ni siquiera si la operación incluiría a otras firmas ligadas a Aerolíneas, de las que Marsans tiene la mayoría accionaria, como Austral y otras prestadoras del servicio aeronáutico que integraron el paquete privatizado. Lo único confirmado es la voluntad de los españoles de retirarse de Aerolíneas, justo cuando se encuentra en estado crítico desde el punto de vista económico y financiero.

La relación entre los países es “fluida, cordial, intensa y profunda” y “hay voluntad de parte de los dos gobiernos para que ninguna de estas cuestiones pueda enfriar la relación”, sostuvo el embajador Estrella, aunque no dejó de recordar que en el último contacto que tuvieron José Luis Rodríguez Zapatero y Néstor Kirchner “no hubo ningún aviso de que hubiera intención del gobierno argentino de aumentar la participación”.

El funcionario español esbozó así un reproche indirecto al objetivo oficial de impulsar la “argentinización” de la empresa, ya que la Secretaría de Transporte tuvo un papel protagónico en la búsqueda de un candidato que pudiera reemplazar a Marsans, aunque sea parcialmente. La crítica más directa vino ayer de boca del vocero oficial de Marsans, Angel del Río, quien aseguró que la incorporación de un socio local responde a “la presión del gobierno argentino y los gremios”. Es exactamente la visión que tiene hoy la conducción de Aerolíneas.

Aunque intenten no confrontar en público, los responsables de la privatizada consideran que Ricardo Jaime actuó en ese sentido, postergando en el tiempo medidas que hubieran mejorado la caja de la compañía con subsidios y ajustes tarifarios.