Otro informe del Indec para la polémica. Según el organismo de estadísticas, la venta en los grandes centros de compra, a pesar del lockout del campo y la escalada en los precios, tuvo un registro excepcional. Durante abril arrojó una mejora desestacionalizada de 26,1 por ciento contra igual mes del año pasado, según difundió ayer el Indec. Y agrega que en los últimos meses los productos en ese segmento presentaron una deflación de 0,7 por ciento, resultado que sorprende porque no ha habido registro de retrocesos de precios generalizados en ese período.

Con ese dato cuestionado, el resto queda desdibujado. Por ejemplo, que la facturación total del mes pasado haya sido de 572,3 millones de pesos, un 17,8 por ciento más que en igual lapso de 2007 y 26,8 por ciento por encima de diciembre pasado. En tanto el acumulado de los primeros cuatro meses del año reflejó un incremento de también el 26,8 por ciento respecto a igual período anterior. Lo curioso es que del informe oficial se desprende una caída en los precios implícitos de la encuesta de 0,7 por ciento contra igual mes del año pasado. Los rubros de productos más demandados fueron indumentaria, calzado y marroquinería, seguidos por electrónica y computación.

En tanto, un informe de la consultora Nielsen asegura que la frecuencia con que la gente realiza sus compras en los hipermercados y supermercados aumentó en el último año. La explicación es que el consumidor aprovecha más las ofertas del establecimiento. Mientras que en 2007, el 20,8 por ciento de los consumidores visitó los hipermercados para hacer sus compras, al menos, una vez por semana, ese porcentaje ascendió a 32,3 en este año. Lo mismo aconteció en los supermercados, donde ese porcentaje se trasladó de 34,4 a 53,4 por ciento.