Ajenos a cualquier efecto producido por el lockout, los precios de los supermercados en mayo aumentaron sólo 0,1 por ciento respecto de abril. Los datos provienen del cuestionado Indec, que este mes presentó su nueva base para el índice de inflación, y están en sintonía con el aumento que reflejó el rubro Alimentos y Bebidas en ese momento. Con una facturación que rondó los 3500 millones de pesos el mes pasado, las ventas de las más de 1500 bocas de expendio aumentaron 5,6 por ciento en términos constantes. De esta manera, el índice utilizado por el Indec para medir las ventas de los supermercados reflejó en mayo el menor aumento de precios en lo que va del año.

Los rubros que presentaron las alzas más importantes en las ventas en abril, comparados con el mismo mes de 2007, fueron la carne, productos de panadería y frutas y verduras. Medidos a precios corrientes, los incrementos en estos bienes estuvieron entre el 46 y 40 por ciento. Pero comparados con marzo de este año las ventas de los supermercados para el rubro Alimentos y Bebidas señalan una caída del 7,4 por ciento. Los supermercados de Tucumán, Neuquén y Salta fueron los que reflejaron mayores aumentos en el mes de abril. La medición a precios corrientes que informa el Indec no permite diferenciar qué parte de los aumentos es producto de mayores cantidades vendidas y qué parte se explica los movimientos de precios. Tampoco se conoce, luego del cambio de base, cómo está compuesto cada rubro, cuáles son las ponderaciones y cómo operan las canastas móviles.

Mientras tanto, en el medio del debate en el Congreso por las retenciones, el Gobierno rubricó un acuerdo el jueves con las empresas aceiteras (Bunge, Cargill, Río de la Plata y AGD, entre otras), que retrotraería los precios de venta al consumidor a los valores vigentes a fines del año pasado. El acuerdo alcanza a los aceites de soja, girasol y mezcla que deberán exhibir en su etiqueta el precio convenido para la venta en los supermercados.