¿A libro cerrado o con modificaciones? El dilema que invadió al oficialismo en los últimos días aparece cada vez más despejado. Todo indica que la segunda opción es la que prevalecerá. Lo que aún no queda claro es en qué consistirán los retoques al proyecto de retenciones móviles que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner envió al Congreso hace once días. Se sabe, de todos modos, que la tendencia es incluir mayores beneficios para los pequeños y medianos productores.

El camino que llevó a esa decisión, en la que estaría de acuerdo la propia Presidenta, varía según quien lo cuente, aun dentro del propio oficialismo. Hay quienes dicen que los votos no alcanzarían para imponer el proyecto original y que son imprescindibles algunas variaciones. Otros sostienen que no es cierta la imposibilidad de obtener el número necesario y recuerdan que entre los kirchneristas y sus habituales acompañantes los proyectos del oficialismo son votados por entre 160 y 170 diputados. De acuerdo con esas cuentas, aun contando las deserciones innegables (entre kirchneristas y radicales K de provincias sojeras) dicen que podrían obtener la cantidad para aprobar el proyecto sin cambios.

Este sector afirma que las modificaciones no se deben a la imposibilidad de reunir los votos, sino en la conveniencia política. “Así salimos fortalecidos: pusimos el proyecto en debate, lo abrimos, aceptamos modificaciones que sean aceptables para más diputados y que no cambien el espíritu del proyecto original”, sostuvo una alta fuente del Gobierno.

En la Casa Rosada dejan entrever la necesidad y la decisión de poner fin al conflicto y creen que una aprobación del proyecto sin medias tintas podría hacer que recrudeciera la protesta. En cambio, si existe un relativo consenso y algunos cambios, sostienen, los ruralistas “quedarían muy expuestos” si aun así deciden volver al lockout.

Un diputado de SI (ex ARI autónomo) comentó a PáginaI12 algo en la misma línea: “Creo que, pese a lo que se dice, al kirchnerismo le dan los números. Pero no creo que sean tan locos, porque eso significaría tener a los ruralistas de nuevo en la ruta o el lockout otra vez. La idea de nuestro bloque, en principio, es apoyar el proyecto oficial si tiene modificaciones que beneficien a los pequeños y medianos productores”.

“Si eliminan la palabra ‘ratifícase’ y la cambian por ‘establézcase’ e incluyen modificaciones, habrán ganado muchos puntos y el Congreso también. Por una vez, y en un tema tan delicado, dejarían de ser la escribanía de la Casa Rosada”, le dijo a PáginaI12 un diputado que no integra “la oposición rabiosa”, según la definición de Roberto Lavagna.

Muchos se preguntaban ayer si el mensaje del Presidente del PJ, Néstor Kirchner, al arengar a los diputados pidiéndole que “no tengan miedo” y que “vayan para adelante” no se contradecía con la idea de modificar el proyecto. “No dijo aprueben el proyecto sin cambiarle nada. El está de acuerdo con que abrir el juego nos va a fortalecer. Pero buscó meterles presión a los peronistas que piden cambiar las retenciones móviles”, le dijo a PáginaI12 un legislador de diálogo con la Quinta de Olivos.

Quienes imaginaban a la Presidenta y su esposo el fin de semana en Olivos tratando de alinear a los diputados más díscolos, parecieron sorprenderse de que se hayan ido ayer a El Calafate a pasar el fin de semana. “Eso no quiere decir que por dos días se van a desentender del tema. En El Calafate hay teléfonos”, señaló un funcionario.

Las modificaciones que trata de consensuar el oficialismo, y por lo que hace días que no tiene respiro el jefe del bloque Agustín Rossi, apuntan a favorecer a los pequeños y medianos productores, aunque el esquema aún no está cerrado. La fórmula para no tener que tocar la curva de porcentaje de retenciones pasaría por exceptuar de la resolución 125 a la mayor cantidad posible de esos dos niveles de ruralistas, mayoritariamente afiliados a la Federación Agraria y a Coninagro.

La disposición que impuso las retenciones móviles fue modificada el 18 de abril para exceptuar a los productores que produzcan hasta 500 toneladas y tengan hasta 150 hectáreas en la zona pampeana y hasta 350 en el resto del país. La excepción implicaba reintegrarles el monto que pagaran de retenciones por encima del 35 por ciento. Una de las ideas que se barajan ahora es estirar el límite de hectáreas y/o tonelaje producido. Y, además, buscar facilidades para el reintegro. Esto se complementaría con una serie de leyes paralelas sobre distintos factores que hacen a la producción agropecuaria, entre ellas, tal como publico ayer PáginaI12, la Ley de Arrendamiento que reclama la Federación Agraria. El lunes se reunirá el plenario de las comisiones de Agricultura y Hacienda a puertas cerradas, pero con presencia del periodismo, lo que podría hacer que el debate se prolongara demasiado porque nadie querrá perderse la oportunidad de exponer ante los medios. La idea de Rossi es reunir al bloque el martes, cuando tenga chequeado que es factible consensuar una propuesta. Una vez logrado el acuerdo dentro del kirchnerismo, las comisiones estarían en condiciones de elaborar un dictamen.