Sábado, 16 de agosto de 2008 | Hoy
ECONOMíA › EL CRECIMIENTO ECONóMICO DEL PRIMER SEMESTRE VOLVIó A SUPERAR EL 8 POR CIENTO
El fuerte descenso augurado en las tasas de crecimiento sólo se verificó en rubros muy vinculados con la Pampa Húmeda en el primer semestre. En su conjunto, la actividad económica mantuvo un nivel de crecimiento cercano al 8 por ciento.
Por Raúl Dellatorre
Con casi cuatro meses vividos entre boicots patronales en el campo y cortes de ruta –a partir del 11 de marzo y hasta terminar el período–, la actividad económica creció en el primer semestre 8,1 por ciento con respecto al año precedente. El dato, aunque pueda ser puesto bajo sospecha por provenir de un Indec en conflicto, deja mal parada otra credibilidad: la de los consultores y analistas que hablaron de estancamiento, cuando no de caída de la producción, durante ese mismo período. El informe de la consultora Economía & Regiones, que conduce Rogelio Frigerio (nieto), da por cierto los datos del Indec, pero a la vez ofrece referencias interesantes surgidas del desagregado de la información: la industria manufacturera presentó una expansión más moderada que el resto de la economía en el semestre (6,8 por ciento), aunque en particular en petroquímica (caída del 1,5 por ciento) y en producción alimenticia (suba del 0,6 por ciento) hubo un registro más sensible y directo de las dificultades que impuso la actitud de los ruralistas, por un lado, y el inusual salto en el precio del petróleo y sus derivados, por otro.
Los resultados globales del Estimador Mensual de Actividad Económica –una suerte de anticipo aproximado de las variaciones del PIB– muestran un junio más flojo que mayo, pero todavía por arriba del indicador de la salud de la economía de junio del año pasado –más 6,5 por ciento–. En los primeros seis meses del año, el nivel de actividad creció respecto de 2007 el 8,1 por ciento. Esta evolución es menor a la que mostraba la economía en los meses anteriores –entre 8,4 y 8,7 por ciento–. Sin embargo, transitando por el sexto año consecutivo de fuerte crecimiento, las tasas actuales no son deleznables ni justifican los escenarios de crisis descriptos por analistas y calificadoras.
Puede concluirse que, a pesar que cualquier forma de medición que se considere –mensual, semestral o de los últimos doce meses acumulados– arroja en junio tasas de crecimiento inferiores a las registradas en meses anteriores, la actividad económica no ha perdido dinamismo en esta primera mitad del año. El motor principal sigue siendo el consumo, representando más del 77 por ciento del PIB. De todos modos, E&R plantea la salvedad de que si los valores de las compras masivas este año se deflactan (se les despeja la suba de precios que incluyen) utilizando un índice menor que el aumento real del nivel de precios, lo que se está sobredimensionando es el crecimiento del consumo (del aumento global de la facturación bruta, se estaría adjudicando erróneamente a las cantidades vendidas una proporción mayor a la real, que se le estaría restando a la variación real de precios).
La mencionada consultora evalúa que la crisis en el sector agropecuario tuvo consecuencias sobre el crecimiento de la economía, pero no al punto de revertir el ciclo expansivo. La entidad varió la estimación de crecimiento para el año, antes del 8,5 por ciento, a una nueva previsión del 7,9 por ciento. “Hay muchas decisiones de inversión paralizadas y los actuales niveles de inflación actúan como el principal factor de ‘enfriamiento’ de la economía, (pero) a pesar del clima de incertidumbre, que seguramente nos acompañará algún tiempo más (...), difícilmente se termine el año con un crecimiento por debajo del 7 por ciento. Nuestra proyección de crecimiento anual para el 2008 se ubica hoy en 7,9 por ciento, por encima de las estimaciones del consenso del mercado (promedio de otras consultoras), del 7,3 por ciento”, apunta el informe de la consultora de Frigerio en sus conclusiones.
En cuanto al crecimiento industrial, el semestre registró fuertes diferencias entre las variaciones en los bloques automotor (24,4 por ciento), metalúrgico (13,7), tabacalero (8,7) y textil (7,2), los más dinámicos, comparados con la evolución en el rubro Alimentos, principalmente producción de carnes rojas (-5,7 por ciento), y molienda de cereales y oleaginosas (-4,6), siempre en comparación al primer semestre de 2007. Dichas cifras reflejan que el intento de parar el país con los cortes sojeros tuvo fuerte impacto, exclusivamente, en las actividades directamente vinculadas al agro pampeano. Pese al buen aporte mediático al conflicto.
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