La “tablita de Machinea” ya “fue”. El Senado aprobó ayer por unanimidad la eliminación del mecanismo que limitaba las deducciones al Impuesto a las Ganancias. La medida favorecerá a unos 350 mil trabajadores que tributan Ganancias sobre sus ingresos. La mejora promedio alcanza a 4000 pesos anuales, mientras que el sacrificio fiscal para el Estado será de 1300 millones de pesos. Esta es otra de las medidas proconsumo impulsadas desde el Gobierno, en consonancia con el megacombo anticrisis,los créditos blandos y el megaplán de infraestructura. “Este es un esfuerzo que hace el Gobierno para dar mayor liquidez al sistema, convencido de que estos mayores ingresos se trasladarán al consumo”, señaló el senador Fabián Ríos (FpV, Corrientes). Si bien hubo algunas críticas de la oposición (para no perder la costumbre), también acompañaron la medida. Los 68 senadores presentes pusieron fin al polémico impuesto.

La tablita fue una creación del primer ministro de Economía de la Alianza, José Luis Machinea, como mecanismo de aumento de la recaudación. Las deducciones sobre el monto imponible reconocidas por la ley del impuesto, ya sea por cargas de familia, ganancia no imponible y otras especiales, sólo podrían aplicarse plenamente en el caso de que los ingresos mensuales netos (de bolsillo) no superasen los 3000 pesos (39.000 pesos anuales, incluido el aguinaldo). Por arriba de ese monto, las deducciones se perdían paulatinamente, en escalones que las disminuían en un 10, un 30, un 50, un 70 y un 90 por ciento progresivamente, hasta llegar a la pérdida del derecho de aplicar las deducciones para los ingresos netos mayores a 17.000 pesos (221 mil anuales).

En tiempos de Néstor Kirchner, esta escala se modificó parcialmente, eliminando los primeros escalones y estableciendo la reducción de las deducciones, en un 50 por ciento, a partir de un ingreso neto de 7000 pesos (91.000 anuales). Mejoró la situación de los trabajadores con ingresos por debajo de ese nivel, pero dejó establecido un salto tremendo entre los trabajadores con ingresos de bolsillo poco inferiores a 7000 y los que estuvieran apenas arriba de esos valores. Como el ex presidente también introdujo modificaciones en este tributo, varios legisladores de la oposición chicanearon al oficialismo asegurando que lo que realmente estaban votando era la “tablita Peirano”, en alusión al último ministro de Economía de Néstor Kirchner.

“Este proyecto fue anunciado el viernes pasado, ingresó el lunes, el miércoles de esta semana fue aprobado en Diputados, y hoy (por ayer) tratado en comisión y en el recinto del Senado para ser aprobado definitivamente. Esto demuestra que Argentina no necesita de la Emergencia Económica, ya que cuenta con un Congreso activo”, aseguró el puntano Adolfo Rodríguez Saá. El peronista disidente realizó sus críticas, pero también acompaño la eliminación de la tablita.

Por su parte, el socialista Rubén Giustiniani también acompañó el proyecto, pero reclamó la modificación integral del sistema tributario. “La necesidad de una reforma tributaria debería tomar como pilar el Impuesto a las Ganancias y no aquellos tributos regresivos, que gravan el consumo con el IVA o el Impuesto al Cheque. Lo que hoy estamos modificando beneficiará sólo al 2 por ciento de los trabajadores, a los que cobran más de 7000 pesos. Es importante explicar que el mayor aporte a este impuesto lo realizarán las provincias. De estos 2500 millones de pesos que se van a sustraer de las arcas del Estado, el 55 por ciento corresponde a las provincias”, aseguró Gustiniani.

La senadora por Buenos Aires María Eugenia Estenssoro también acompañó la medida. Pero aclaró que su partido (Coalición Cívica) había presentado unas semanas atrás un proyecto similar. Los radicales también apoyaron, pero con sus reparos. “Está bien que la derogue. Lo que no está bien es que se lo haga demonizando a un funcionario, que es de nuestro partido. Me parece hipócrita que se lo critique, cuando en realidad estamos derogando no la tablita de Machinea y sí la de Peirano”, señaló el radical.

La discusión por la eliminación de la “tablita” no ocupó mucho espacio dentro del debate, ya que todas las argumentaciones estuvieron centradas en el blanqueo de capitales y el plan anticrisis. En tiempo record –-menos de una semana–, el Gobierno consiguió una normativa que le permitirá agilizar el consumo, en tiempos de retracción.