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El secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, aseguró ayer que el gobierno nacional está realizando el máximo esfuerzo para paliar la situación de los productores afectados por la sequía. El funcionario recordó que se dispusieron 230 millones de pesos extrapresupuestarios para derivar en auxilios a las zonas más afectadas. “Hay 18 expedientes con todas las emergencias agropecuarias declaradas”, informó.

En la provincia de Buenos Aires, la Comisión de Emergencia y/o Desastre Agropecuario Provincial (Cedaba) resolvió declarar el “Estado de emergencia y de desastre agropecuario” por el término de seis meses, a partir del 1º de enero, en distritos bonaerenses que incluyen producciones agropecuarias de Magdalena y Punta Indio, y para los partidos de Carmen de Areco, Chivilcoy, Suipacha, Laprida y General Lamadrid.

Por igual lapso, el estado de “desastre agropecuario” a parcelas rurales del partido de Coronel Rosales, Patagones, Villarino, Bahía Blanca, Puán, Tornquist, Saavedra y Adolfo Alsina, todos afectados por fenómenos climáticos desfavorables. En tanto que la declaración de desastre agropecuario también incluye parcelas rurales de Coronel Dorrego, Guaminí, Coronel Suárez y Pringles.

La Cedaba resolvió dejar en observación la solicitud de declaración del estado de emergencia y/o desastre agropecuario para las parcelas rurales afectadas por sequía en el partido de General Paz (Ranchos), y la emergencia agropecuaria para Chascomús y General Belgrano. La declaración de emergencia implica al propietario la postergación por seis meses o un año en la cancelación de las obligaciones, mientras que el estado de desastre lo exime del impuesto inmobiliario rural. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, recorrió ayer localidades afectadas por la sequía.

En Chaco, el gobernador Jorge Capitanich declaró ayer la emergencia agropecuaria en todos los departamentos de su provincia por un lapso de 180 días. La medida de auxilio a los productores se extenderá desde el 16 de marzo hasta el 11 de septiembre próximo, con la posibilidad de prorrogar esta iniciativa por otros seis meses. El campo en el Chaco sufrió durante 2008 déficit hídrico de hasta 700 milímetros, situación que se extendió hasta la actualidad, donde la producción agropecuaria por la falta de lluvias se registra pérdidas superiores al cincuenta por ciento en producción y calidad.

En Entre Ríos, por su parte, las entidades agropecuarias locales entregaron ayer al gobierno provincial un informe que revela pérdidas del noventa por ciento en los cultivos debido a la sequía, que es la peor en los últimos veinticinco años. “Nuestra zona es un desastre. Hay una pérdida del 90 por ciento de los cultivos; inclusive el sorgo forrajero, que es una planta que no se seca nunca, en este momento está sufriendo por la tremenda sequía”, dijo Pedro Apaz, presidente de la Sociedad Rural de María Grande. “Contamos con 360 milímetros de lluvia en el año, cuando el promedio es 800 a 1200 milímetros. Estamos por debajo del 50 por ciento de lo que llueve anualmente y a esto se suma la presencia de la tucura; en los montes ya no queda pasto para la hacienda y hay problemas con el agua por la baja de las napas”, agregó.